La Última Samurai (Shingeki no Kyojin) [Yuri] (CANCELADA)

Capítulo 1

Comienzo

-¿Hasta qué punto piensas seguir entrenando?- Me preguntó el enano de ojos y pelo negro, con una mirada seria y aburrida.

-Hasta dominar el estilo- Me limité a decir mientras agitaba mi katana con fuerza, formando en el aire un corte preciso de manera vertical hacia el suelo.

-Nahiara...- Escuché la voz grave que siempre se gana mi atención.

     Desvié la mirada para ver al enano, Levi, estar acompañado del comandante de la legión de reconocimiento, de pelo rubio y ojos azules con la mirada determinada y seria, sin rastro de barba ni bigote por ningún lado.

-¿Qué ocurre, Erwin?- Pregunté mientras notaba como las gotas de lluvia caían y se filtraban por los árboles, producto de la creciente tormenta que se encontraba encima nuestro.

-Han atacado el muro Rose- La seriedad con la que dijo eso me confirmó que no se trataba de una broma.

-Dime, Erwin- Sequé la espada, la cual estaba mojada por las gotas de lluvia y la enfundé, para darme la vuelta y mirarlo con seriedad- Cuando acabas con la vida de un enemigo humano, ¿cómo finalizas su muerte, como enemigo o como guerrero?- Ante su pregunta me miraron extrañados, y no me extraña, por suerte no han tenido la necesidad de asesinar a gente- Cuando acabas con su vida, no lo ves como enemigo, si no como un guerrero, mostrando así el respeto que le tienes por haber tenido un arduo enfrentamiento contra un igual- Junté las manos en seña de oración y miré hacia el cielo, ya negro como la noche- Andando, tenemos trabajo que hacer- Me puse los dedos en la boca y silbé, llamando a mi preciado caballo.

     No pude evitar admirar a mi caballo, de color blanco como la luna, con la crin y el pelo de la cola de color negro y unos ojos negros también. Son colores bastante raros para un caballo, pero me lleva acompañando desde que era una cría que no sabía nada del mundo, por lo que es mi más fiel compañero tanto de guerra como de compañía, ya que siempre me pide que esté con él cuando estoy triste, relinchando o pidiendo que le acaricie.

     Con suavidad me subí en él, notando en ese momento lo feliz que se puso de estar conmigo, por lo que lo acaricié un poco y me acomodé, esperando pacientemente al comandante y a mi capitán de escuadrón.

-¿Ya estáis listos?- Pregunté al notar sus presencias detrás de mí.

-Se supone que eso lo debería de preguntar yo- Me recriminó Erwin mientras me miraba con una pequeña sonrisa.

-¡Que guay, voy a ver un montón de titanes ahora!- La mujer de cabello y ojos castaños, apodada por todos como "la loca de los titanes" se acercó a nosotros con notoria necesidad de partir a nuestro destino.

-Cálmate Hange- Pedí amablemente, con ella era más amable ya que me caía bien- Te necesitaremos a tí y a todos los demás al 100%- Miré por encima del hombro al resto de soldados que ya estaban formados, esperando pacientemente a las palabras del comandante.