La ventana de abajo

Notas (I)

Quizás esto sea una chorrada, pero tras haber escrito los dos primeros capítulos (si se quieren llamar así) y haberlos leído unas cuantas veces me he dado cuenta de una cosa: No estoy en ninguna parte.

Obviamente, eso no es del todo cierto. He estado en clase, en el autobús y la parada. Pero eso no me deja en ningún sitio, quizás deba plantearme parar de vez en cuando a escribir un lugar donde ''ser''. Si os dijera exactamente una ciudad o pueblo, estaría atándome a la realidad. Algo bonito de escribir es que me puedo inventar todo lo que quiera, todas las calles, casas, edificios... si te digo que estamos en Nueva york y vamos a un bar que no existe en Times Square estaría mintiendo, y yo no miento, solo invento.

El instituto esta en la parte este del pueblo, y mi casa, a las afueras por el oeste. La carretera que utiliza el autobús para conectar estos dos sitios bordea el pueblo haciendo un semicírculo por la costa, las paradas están sobretodo llegando a la periferia, la mía es la 4º.

Mis padres tuvieron la maravillosa idea de comprar una casa en lo alto de una colina, totalmente separados del resto de edificios, la parada de autobús está en la falda de la pequeña ''montaña'', así que sí, tengo que subir un par de kilómetros cuesta arriba, con una mochila llena de libros a la espalda.

Aparentemente solo hay dos caminos desde la parada, uno hacia la izquierda que bordea la colina y une la nuestra con otra urbanización, y otro central que sube todo recto la montaña. Éste último a unos 100 metros se bifurca, comercios a la derecha y casas a la izquierda.

Siempre he tomado el camino recto, el otro a pesar de tener una pequeña conexión con mi casa al final, era mucho más largo y pesado, así que nadie con un mínimo de inteligencia lo tomaría ¿Por donde íbamos?