15

41 7 0
                                    

El agua caía sobre el chico debajo de la ducha, sus lágrimas se camuflajeaba con el agua de la regadera, estaba totalmente perdido en sus pensamientos, se estaba ahogando en su propia pena, se sentía asfixiado y no encontraba alguna forma de calmar toda esa sensación que lo estaba consumiendo lentamente.

La respiración le faltaba sus manos temblaban y sólo sentía frío, un frío indescriptible.



¿Y si la muerte pudiera explicarse como el instante en el que una gota de agua cae al mar?
¿Qué pasa con la gota de agua?
¿Qué pasa con el agua de la gota?

"¿Qué es la muerte mamá?"

Un pequeño niño de cabellos negros y ojos en forma media luna que se presentaban así cuando sonreía le preguntó con mucha curiosidad a su progenitora.

"Es cuándo una persona deja este mundo y se va al cielo"

"¿Y ya no vuelve?"

"Lamentablemente no, cariño"


Jaemin no iba a volver, Jeno lo sabía, pero el quería estar con él, no podía soportar estar una vida sin su amado.

El silencio lo reinaba, las voces de su mente decía que lo haga.

Hazlo.

¿No quieres verlo?

Hazlo.

Así podrán estar juntos.

Jeno tomó el filo y lo observó detalladamente.

La vida puede cambiar en un instante y puede terminar en un segundo. La muerte esperaba a su llamado, tan ansioso, cómo un niño esperando ser recompensado.

Estaba decidido.

No iba dar marcha atrás.

Iba a ver de nuevo a su dulce ángel.

El frío metal tocó la piel cálida del joven, un hermoso contraste, presionó con fuerza y con el pulso acelerado recorrió su brazo en una línea vertical.

El agua se empezó a pigmentar de un rojo carmesí.

Lo había hecho.

Solo era cuestión del tiempo.

Una pequeña sonrisa se hizo presente en sus labios.

Todo a su alrededor se iba nublando, el sonido del agua se escuchaba tan lejano.

La última imagen en su mente fue la de su pequeño, de su amor, de su compañero, Na Jaemin.

Y fue que así que dio por finalizada su historia en este mundo, el frío de la noche y la luz de la luna danzaban en la habitación.

Pero después de todo, por fin estarían juntos.

Sin nadie que se interponga.

Sin padres prejuiciosos.

Sin chicas de por medio.

Por fin serían solo ellos dos.

Dos jóvenes que se aman.

Que por culpa de su alrededor y la forma de
pensar de los demás no pudo ser.

Ahora no había nadie.

Solo dos jóvenes que se volvieron a encontrar.

Dos jóvenes que tenían una segunda oportunidad
de amar sin dolor.

Aunque ya no sea en este mundo.

Fin.

Only love hurts   |   Nomin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora