Ella dijo: sin duda Fue culpa de esta explosiva sinceridad afrontare las consecuencias de mis actos y con mis manos abentare su rostro buscando el aire más puro con el fin de despertarlo del temporal paro de su conciencia.
Sin saber que llegaría a estremecer su alma el respondió: Tranquila amada, el hombre no sería nada sin las palabras toscas de una mujer. Y yo no sería más que un simple moribundo tratándo de sofocar el fuego que reside en mi corazón. Pero tus palabras me enseñaron la tranquilidad, acaso este hombre estará cometiendo un delito al seguir tus palabras.
llegada la noche tardía ella apresurada le contestó: que importa si quemarse en el fuego más intenso te lleva a la calma y si tocar tu corazón con mis palabras es un delito con gustó aceptaré mi sentencia, poeta impredecible.
El murmuró de las personas al alrededor era más intenso pero ellos siguieron: que importa si recibimos la condena eterna. Prefiero que mi condena sea pasar a tu lado toda una eternidad. Porqué yo no quiero tocar el alba, No quiero que mis labios toquen otros labios ya que si nos condenan preferiría que fuera a tu lado amada mía. Sin la melancolía no podría ver la belleza eterna de tu sonrisa.
al pasar las horas ya se sentían las Frías paredes, pero su amor seguía tan ardiente y ella dijo: la eternidad no será suficiente para calmar esta llama que en la hogera más calida se va encendiendo, que tus labios susurrantes de dulsura cual anhelo va creciendo toquén los míos en su suave beso sellando así nuestra promesa eterna de delirante condena.
los demás ya estaban cansados de sus palabras, ya que no entendían el intenso, y el respondió: Amada mía ya que si morimos en éste mundo no te olvides de mi al pasar los cielos ya que yo estaré pidiendo al diablo mi salida al cielo. acaso estas dos almas no podrán tocarse una vez más, acaso estas dos almas no podrán observar el fruto de su amor. Los ángeles lo llaman placer divino, los demonios dolor infernal. Pero para nosotros es amor.
Los Antiguos escuchaban sus inmensas palabras, y ella dijo: poeta de palabras llamiantes, si nuestro castigó es la cadena perpetua en el infierno el dolor sería soportable comparado con el no tenerte a mi lado, como mil dagas de plata atravesando mi pecho, porqué si en el cielo o en el infierno las almas se reencuentran espero con ansias que este Fruto de castigó crezca más rápido de lo previsto aligerando así esta condena perpetua desesperación, calmando este adolorido corazón herido...
El seguía con sus palabras con desobediencias. Mientras los antiguos Muy nerviosos observaban. Y el respondió: Amada mía, el diablo no sabe porqué soportó tanto dolor, porqué si las personas estúpidas no lo entendieron, que va entender un hombre que nunca contemplo el amanecer. Los sabios dicen que mi condena fue amarte, pero mi peor condena fue el soltarte y no despedirme. Porqué tu y yo tocamos las Frías paredes del abismo, ni el mismo Dios entenderá porqué tanta prisa, ni el mismo Demonio entenderá porqué soportó tanto dolor. Ya que mi amor por ti es el sol y tu corazón para mi es la luna.
Ya todo estaba destinado a su Fin, pero ellos seguian con la esperanza, y ella dijo: Trozo de rompecabezas en mi corazón que latiendo cardiacamente en mi pecho sufre un opresión porqué ni los sabios ni los astros acoplados entenderán nuestra pasión llama de Fruto eterno y de amor porqué decirte todo lo que siento en estos momentos de desesperación por no tenerte a mi lado se definirian a dos palabras de amor efimeramente sempiterno corazón.
ya era hora de su patir, y el solo quería ver a la mujer que le mostró la calma con sus palabras, y el respondió: Amada mía, No temas que ya pronto seré liberado de este martirio, porqué si te pienso todo es más lento, porqué si te pienso el cielo llora. De que me servirá a mi el mirarte y no besarte. Sería un pecado desviar tus labios, Amada mía esta distancia no importa, porqué mi amor es una carretera camino a tu corazón, que dirán los antiguos al ver nuestros actos, como lo llamarían. Ellos dicen locura, porqué nunca formaron sus carreteras con canino al corazón de una mujer. Pero verán como llegó a ti, no me detendrán porqué ya pase por el infierno. Esta vez verán esa carretera y ese corazón.
ya ella vio la verdad sabía que su acto no le gustaría a los demás, y ella dijo: si este intenso martirio de pasional cariño llega a la locura por el inexistente contacto que se activa en la distancia, no importara lo rrocosa que sea la carretera ni los obstáculos que el destino nos inponga nos encontraremos como dos magnetos uniéndose como llamas chispeantes de lo cura y emoción.
ya casi al final el solo esperaba su perdón, ya que si no lo encontraba saldría del mismo infierno para toparse con su amada, y el dijo: pequeña hurón, estamos seguros de que nos encontraremos, porqué nuestro dolor no puede quedar en vano, tus palabras le dan formas a las nubes, tus palabras le dan sentido a mi vida. Tocando estas paredes Frías puedo dormir tranquilo,porqué tus palabras estremecen mi alma, mi alma no se conforma con perderte. Estoy destinado a encontrarte, porqué el alma me lo implora con llanto, se pregunta si acaso volveremos a tocar la hermosa rosa de aquel jardín, se pregunta si el corazón volverá a estremecerse en ti, que al final seremos la puesta del sól.
con mucha prisa supo que sería condenado a la tierra, pero su amor nunca paraba. Ella dijo: seremos la puesta del sol, el amanecer, seremos almas destinadas a estar juntas a encontrarnos en nuestras vidas futuras y si hay vida después de la muerte te buscaré donde las almas descansan en perpetua calma, .meine liebe.
El estaba seguro que estaría destinado a estar con su pequeña hurón por siempre. Y dijo: No se si dar mis últimas palabras en éstos versos, solamente nuestro amor podrá derribar el muro que nos impide a estar juntos. En esta vida te buscaré por tierra, en la otra vida gritaré tu nombre si voy al cielo. Nada más valiente que este acto de amor. Nada más hermoso que la puesta de nuestro sol. Y no hay nada más valioso que nuestras almas. Estas almas gritando de amor. Esta alma gritando perdón. Será la misma alma que pronunciará tu nombre al entrar al cielo.
Ella ya estaba segura de su condena, y no encontraba las palabras toscas para su amor. Y ella dijo: cuando el nuevo amanecer comience, cuándo el alba se presente en el celeste cielo, empezáremos de Nuevo con nuestros susurros de amor, Mi poeta porqué ni el cielo en la más cruel tormenta impedirá que te dediqué éstos párrafos de pura pasión porqué el sol, la luna y el cielo son testigos de nuestro creciente amorío de amantes distantes...
y llegó el final de todo, somos dos almas destinadas a estar juntas, No por el destinó, por nuestro. Y el dijo: Mi pequeña hurón, No te preocupes por mi. Que tu amor es el refugio más seguro que tengo. Mi pequeña hurón, gritaré tu nombre antes de partir de este mundo desastroso. Amada mía, ya hicimos de todo y nuestro amor no se compara con la de nadie. Susurro tú nombre y recuerdo tus besos, susurro tu nombre y pido perdón, miró el cielo y te demuestro mi amor, estás dos almas al partir se encontrarán allí.
Fin.
Facundo villalba.
Para mi pequeña hurón.