te imagino (bajo el cielo nocturno) » minsung

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n/a: cuánto tiempo ah bueno esta es una historia que escribí hace muchísimo con otra ship, está publicada acá en wattpad en otra cuenta (si la encuentran hagan como que no vieron nada), de hace mucho que la quería en la mía pero no había podido hacer que la borraran y ahora que estoy intentando volver a escribir cositas decidí hacerle unos cambios y publicarla así aquí uwu me auto adapte ahno eso ojalá les guste.

la puerta de la habitación se abre cuidadosamente, aunque el hábito, que el ángel ha adoptado por estar demasiado tiempo entre el extraño y colorido mundo de los humanos, es inútil ya que no es necesario que lo haga para moverse de una sala a otra. si es que lo fuera, ese sería un problema gravísimo ya que las alas de jisung no podrían cruzar el marco de la puerta sin destruirlo.

jisung asoma su cabecita lentamente, inspeccionando con su mirada cada rincón oscuro antes de entrar completamente a la habitación de minho, quien ya se encuentra reducido a silenciosos ronquidos, envuelto en sus suaves sábanas; ninguno de sus gatitos a la vista.

una enorme sonrisa alegre se extiende por el rostro del ángel, su emoción haciendo brillar a la pequeña aureola posada sobre su cabeza. a jisung le encantan los gatitos de su humano, no lo malinterpreten. juegan con las alas de jisung y hacen feliz a minho, pero tienen el sueño demasiado ligero y no suelen despertar de buen humor. ya le ha pasado a jisung antes, que al entrar en secreto a la habitación para admirar a minho durmiendo, sus emociones se descontrolaron, haciendo a toda su aura brillar. la luz alertó a una de las gatitas que, intentando saltarle encima completamente enfurecida, había terminado aterrizando sobre el estómago de minho.

un escalofrío le trepa las alas a jisung al recordar el incidente, porque está seguro de que apenas y pudo desvanecerse en el aire antes de que minho despertara del todo y notara su presencia.

pero, de cualquier forma, jisung no tiene cabeza para pensar en eso ahora, ni en nada más. ya está recostado sobre su estómago en el pequeño espacio que el cuerpo de minho le deja sobre la cama, mentón reposado sobre ambas manos mientras balancea ligeramente las piernas y las alas en el aire.

siempre es un honor observar a minho, pero a jisung le gusta hacerlo específicamente cuando duerme y puede ver sus facciones suaves relajándose entre sueños. en todo lo que puede pensar el ángel es en como su humano es tan guapo y bonito, durante el día también, pero la oscuridad de la noche parece bailar con gracia sobre él y jisung suspira, apoyando una mejilla sobre la almohada.

con sumo cuidado, jisung eleva una de sus manos hacia el rostro de minho, el temor de no poder controlar su tacto haciéndole temblar, así que sólo termina rozando con la yema de los dedos la piel del otro. sonríe un poco más amplio que antes porque no siempre se atreve a tocar a su humano ya que, a veces (la mayor parte del tiempo), jisung es en ciertas formas (en muchas de ellas) un poco (muy) torpe y tiene que hacer malabares con sus habilidades celestiales para no causar un desastre, como el que sería, en esta ocasión, que minho le sintiera en la piel.

pero esta noche el cielo está despejado, las estrellas brillan más bonitas que nunca y jisung se siente confiado, así que continúa creando figuras invisibles, sin forma, y constelaciones imaginarias sobre la piel de minho con su mano.

el ambiente se ve cubierto por una suave paz, una canción de cuna que se ve interrumpida sólo cuando las sombras desfiguradas de la oscuridad que pasan cerca se dan cuenta que el ángel guardián de minho está completamente absorto en sus propios sueños e imaginación. la ocasión para atacar parece ofrecida en bandeja de plata.

y jisung no lo nota hasta que las oscuras criaturas están sobre minho y comienzan a herir su piel intentando dañar más adentro en su alma.

—¡nononononononono! —exclama el ángel en pánico, agitando sus brazos sobre las insolentes oscuridades sin color que quieren lastimar a su humano —no toquen a mi minho, ¡fuera de aquí, bichos feos!