Virus Of The Death

Capitulo.- 1

Era principios de Julio, la presión de los parciales recaía en todos y cada uno de los estudiantes.

Los ocho, despertaban cada uno a su manera y en sus hogares, por así decirlo, pues todos eran estudiantes de intercambio que venían de países diferentes.

-Oye, pensé que era la primera en despertar. -Dijo María, soltando una risita.

-Tenía que estudiar, ya sabes. -Anna se encogió de hombros.

-Isabella aun no despierta, supongo. -Hablo María, sacando un par de tazones para hacer el desayuno.

-Ni lo hará, tendré que obligarla. -Se burló Anna, dirigiéndose a la habitación de Isabella.

Anna se levantó a regaña dientes de su silla, toco un par de veces en la habitación de su compañera pero no hubo respuesta, así que entró sin más. Se encontró con una Isabella despeinada, acurrucada y bien dormida, encendió la luz y rápidamente Isabella se removió tapando su rostro con las cobijas.

-Oye.- La golpeó ligeramente en una pierna- Despierta, tenemos clases. -Anna la removió de un lado a otro.

-Fuera, no quiero ir.- Isabella frunció el ceño y se cubrió los ojos.

-Oye, Anna, ven aquí.- Grito María desde la cocina.

-Tenemos examen Isabella, es en serio.-Gruño Anna y salió de la habitación- ¿Qué ocurre?

-Mira, las noticias, súbele.- María estaba ocupada batiendo lo que parecía mezcla para hot cakes,

Anna le subió, en las noticias se apreciaba una reportera pequeña y pálida, al parecer reportando sobre un supuesto virus "Al menos, cuatrocientas personas han sido infectadas. Aun no se sabe exactamente qué clase de virus es, ni de dónde o porqué se produce. Les recomendamos reservar alimentos, agua potable y tratar en lo posible no salir de sus hogares." Dijo la pálida reportera.

-¡Lo ven! no vayamos, es peligroso.- Gritó Isabella.

Anna y María pusieron sus ojos en blanco.

Así como ellas, los hermanos Luck y Ryan, escuchaban la noticia, sin tomarle mucha importancia.

-¿Escuchaste? es algo extraño.- Habló Ryan metiéndose una cucharada de cereal a la boca.

-Lo es, no creo que debamos ir hoy.- Luck presionaba unas cuantas teclas de su teléfono.

-¿Bromeas? hoy es el día, le diré a María lo que siento por ella.- Las mejillas de Ryan pasaron de pálidas a rosadas.

-De acuerdo.- Luck lo golpeó en el hombro- Llamaré a Daniel.

El moreno marcó algunos números y empezó a sonar el teléfono. Daniel aun dormía y se sobresaltó al escuchar el timbre de su teléfono, con los ojos medio abiertos y vista borrosa contestó.

-Hey ¿Qué sucede?.-Dijo a través de la bocina al darse cuenta que era su amigo.

-¿Iras a clases hoy?-Luck se burló al escuchar la soñolienta voz de Daniel.

-¿En serio? ¿Para eso me despiertas? y sí, mi mamá llamó para amenazarme con dejar de pagarme los estudios si seguía faltando.- Daniel rodeo los ojos al recordar el largo sermón de su madre.

-Está bien.- Luck soltó una risa ronca- Te veré allá.- Finalizó la llamada y se dirigió al coche para salir de su casa.

A unas cuantas calles Nick estaba saliendo de su casa, en nuevo y lujoso Audi-R8, presionó unos botones que se encontraban en el volante, y llamó a Anna.

-Oye ¡Hola Nick!.- Habló Anna en su teléfono.

-Hola Anna ¿Están listas? pasaré por ustedes en unos quince minutos.- Dijo Nick observando su reloj.

-Claro, ya lo estamos, en serio gracias por venirnos a buscar, no pensé que prácticamente mi Volkswagen se quemara.- Anna recordó, con ahora algo de humor, cuando su querido auto se averió.

-No es nada, en seguida llego.- Dijo finalmente Nick y cortó la llamada.

-¿Nick vendrá por nosotras?- Le pregunto Isabella a Anna.

-Claro, llegara en unos minutos.- Anna se ponía su chaqueta.

-Está bien.- El teléfono de Isabella comenzó a sonar, era su amiga Rhimmel- Debo atender, ya vengo.- Isabella se fue a su habitación dejando a Anna con el ceño fruncido.

-¡Buenos días!- Chilló la rubia Rhimmel por la bocina del teléfono.

-¡Hey!- Isabella empezó a reír- Oye ¿Iras hoy, cierto?

-Por supuesto, tengo un par de exámenes atrasados y pues...-Rhimmel se encogió de hombros.

-Sí, yo también tengo un examen hoy.- Isabella hizo una mueca de desagrado- Nos veremos allá entonces.

-¡Claro!, nos vemos nena.- Rhimmel se despidió y trancó la llamada, tomando el tren directo a sus clases.

Y así, los ocho se dirigían cada uno a su destino, un destino que nunca pudieron imaginar.