El mismo día que Taehyung había recibido el mensaje que le mantuvo con una mueca despreocupada y llena de anhelos lo que quedaba del día, había olvidado completamente la situación de su gato cuando entró al perfil de la persona que le habia devuelto la felicidad.
"Park Jimin"
Su mandíbula en algún momento comenzó a doler por estar manteniendo esa sonrisa en sus labios.
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— Te voy a extrañar, Barry... — Jimin pasa sus dedos cerca de esas orejas triangulares que ante su tacto se doblan un poco hasta que su cabeza se frota contra su mano. — ¿Sabes algo? Le voy a preguntar a Taehyung si te puedo seguir visitando. — Un maullido sale desde el pequeño felino que sigue acostado en sus brazos.
Así es, su plan de cierta forma estaba funcionando a la perfección.
