Mensaje 03.

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La inauguración.


-Idiota.- Gruñí.

Bebí un poco más de mi cerveza.

Joseph me mostró todos sus blancos dientes en una sonrisa.

-¿Vos no deberías estar con Adriana?

Sentí su mano derecha en mi mejilla izquierda.

Me ruboricé. Él solo rió tranquilamente.

-Debería.- Acercó su rostro a mí.- Pero... ya sabés... en esta discoteca tan grande.- Lamió sus labios.- Hay tantas chicas lindas como para estar atado a una.

Me alejé de él.

Sonreí incómodamente.

-Adriana es linda.- Sonreí.- Y también es mi mejor amiga.

Admití trabándole de decir: Nunca estaría con vos ya que ella es mi mejor amiga.

Joseph volvió a reir.

-Si... tenés razón, ella es linda... y muy buena en la cama.

Alcé las cejas.

¿¡Ya se habían acostado!?

¿¡Y nunca me lo contó!?

-¿Te has acostado con ella?

Pregunté nerviosamente.

-No.- Suspiré aliviada. Adriana es una de mis mejores amigas, la conozco desde tercer grado de primaria, y no quiero que nada malo le pase, y mucho menos se Joseph esta fingiendo ser su novio, Joseph no tiene sentimientos, es un maldito imbécil que juega con las chicas.- Pero pronto lo estará, y tu niñita.

Tomó mi mentón.

-No podrás hacer nada para impedirlo.

Levante mi rodilla cuando estaba apunto de besarme.

Corrí hasta el baño rápidamente, dejando a Joseph tirado en el suelo retorciéndose de dolor.

¿Donde diablos están Caroline, y Adriana?

Saqué mi teléfono y revisé mis mensajes rápidamente.

Me sorprendí al ver que tenía 5 mensajes del número desconocido.

"Ese vestido rojo resalta con tu piel, te vez muy sexy nena".

"¿Estás buscando a Adriana? Déjame decirte que ella esta bailando con Jo" .

Fruncí el ceño.

"¡Oh! Y Caroline esta en el bar, creo que ya esta borracha".

"¿Por que rayos hablas con Joseph? Ese pendejo debe saber que vos sos mía, bueno, ayer se lo deje muy en claro".

"Espero bailar contigo esta noche, nena".

¿Se lo dejó muy en claro?

¿Qué?

Entonces... ¿Joseph podría saber quien ese ese anónimo?

Tiene que ser muy valiente como para enfrentarlo...

Realmente valiente.

Seguí caminando, esta vez sin detenerme dispuesta a buscar a Caroline entre la multitud de personas borrachas. Mi mirada seguía en mi teléfono.

Al chocar con alguien aparte la mirada de mi iPhone.

-Hola ___________.

Me saludó sonriendo.

Sonreí falsamente.

-Hola Ross...

Suspiré.

Miles de personas bailaban, otras ya estaban borrachas, y la discoteca era demasiado grande como para recorrerla toda en una inauguración, ¡Tropezaría con todas las personas!

Miré a Ross.

Noté que sus ojos miraban directamente al escote de mi vestido.

Me ruboricé.

-¿Querés follar en el baño? Podemos ir un rato si querés.

Dije divertida.

Ross se sonrojó la instante.

-Yo... eh... lo siento... no quise... ah...

Sonreí.

-Descuida.

Volví a mirar a todas las personas.

¿Por que ellas si podían divertirse y yo no?

Junte mis labios y miré mi teléfono.

La 1:00am.

Y era sábado.

Sonreí.

Tomé la mano de Ross discretamente.

-Sos un tonto.

Gruñí.

Ross frunció el ceño.

-¿Por?

-Porque... tengo muchas ganas de bailar... y es sábado... hay buena música y... estoy en frente de vos sosteniendo tu mano.

Ross sonrió tímidamente.

-Eh... bueno... ¿Quéres... bailar?

Di una carcajada.

-Vamos rubio.

Dije coqueta.


***

¡Parece que Ross se salió con las suyas!

¡OMG! ¡Llegamos a 900 seguidores! En verdad no lo puedo ni creer, son las mejores, no saben cuanto me satisface escribir novelas sobre mi ídolo y que a ustedes les guste lo que escriba, es realmente genial!

¡Ya nos vamos por 1.000 Frutillas! ¡No lo puedo creer!

Gracias por todo su apoyo.

Gracias por todo son las mejores, las ree amo❤ Enserio, enserio, enserio, son las mejores❤

Espero que les haya gustado esta capítulo.

Espero que hayan miles de votos & comentarios.

¡Las Amo Frutillas, hermosas!


Acosándola | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora