El retorno del rey

𝖀𝖓 𝖗𝖊𝖊𝖓𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖗𝖔

26 de noviembre de 20XX

Perspectiva de el:



Era una noche normal, o eso creía.
Ya era la hora del trabajo y lo malo es que se me olvido traer un paraguas, estaba caminando todo mojado entre las calles con casi nada de luz, en alerta, preparado con mi pistola donde la pudiera ver, por si acaso, hay veces que se aparecen los malditos unas horas antes de lo acostumbrado, entro al edificio y me mira el guardia, tiene una apariencia vieja, pero en realidad es un androide, muy buena onda.

- No puede pasar señor- se puso firme y puso la mano al frente mío.

- Como estas Kel?- moví un poco la cabeza para verle, me incomoda un poco ver su mano casi tocando mi cara.

- Oh! Hola Yami, como siempre, en alerta, perdon por no reconocerte, aun no me reparan los ojos- sonríe y parece como si fuera santa Claus con la barba que tiene.- y como te va a ti?

- Ah! ya harto del mundo como siempre.- intente sonreír.

- Ja! Un clásico, siempre estas así en estos días del año.

- Si, ya me puedes dejar entrar? por favor?

-...- me ve fijamente y como si tuviera un láser por los ojos saca una luz y me mira de arriba y hacia abajo, se queda mirando un par de segundos.- Si claro, pasa.- con una sola mano abre la puerta, sin dejar de mirarme a los ojos.

- Gracias Kel

- De nada Yami, recuerda traer paraguas mañana, se dice que también lloverá.

- Cambio y fuera.

Entro voy al elevador, picó al mismo tiempo el 3 y 15, ya estando en el piso que quiero me dirigí a mi escritorio, vi como una chica se me acercaba

- E-ey Yami - notaba que miraba hacia todas partes, me preguntaba si tenia miedo de mi.- ehH como estas?

- De la patada Mei, y tu como has estado?

- Bi- Muy bien... y porque estas asi?

- Bueno Mei mei, lo entenderás cuando llevas más de 8 años trabajando aquí

- Oh, ok!... Ah! Y... em, te traje tus papeles- miro hacia abajo y efectivamente, tenía una pila de 1000 papeles.

- Ah... gracias...

Agarro la pila de los malditos papeles que ya me dejan desde la primera hora, bueno aunque son puros papeles de algunas quejas o desapariciones por horas inesperadas, a veces se encuentran hasta los huesos por las calles después de varios días, es algo triste, aunque frustrante para mí, mucho trabajo.

- Yami- Llega un chico corriendo, es conocido pero no es muy amigo, venia con unos papeles en mano, rece para que no fueran para mi.

- Si? Que pasa?

- Te llama Mark

- Uf tan temprano me pide mandados.

- Sabes que te quiere jaja

- Ay si- digo sarcasticamente y tiro la pila de papeles en mi escritorio y me largo.