Solo mía (One-shot) (nalu) (lemon)

Capítulo único

Eran aproximadamente las ocho de la tarde en nuestra querida ciudad de Magnolia que desafortunadamente no se veía tan bella como de costumbre, estaban en pleno invierno y los cielos estaban cubiertos de unas espesas nubes grises las cuales ya dejaban caer la fuerte lluvia sin piedad alguna, por supuesto esto no era problema alguno para el querido gremio Fairy tail, ellos como siempre se encontraban en medio de una fiesta quien sabe porque, Cana se encontraba en su noveno barril de alcohol el cual ya estaba casi vacío, Erza estaba tranquilamente disfrutando de su amado pastel de fresas mientras Juvia seguía acosando a Gray como siempre, mientras todos disfrutaban del ambiente en el gremio las puertas se abrieron de golpe dejando ver a dos magos y un exceed completamente empapados.

-¡¿que pasa con esta lluvia?¡ - dijo frustrado un joven pelirosado

-¡que suerte que al fin llegamos! -dijo temblando la muchacha rubia

-¡A- Aye!

-¡chicos ¿que hacen allí en la puerta? Apresúrense y entren o cogerán un resfriado! Iré por unas toallas tan solo esperen -dijo una albina que se encontraba detrás de la barra

- gr- gracias Mira-san -dijo la rubia que aún temblaba a causa del frio

- No te preocupes por mi Mira, ¡ya estoy encendido! -tras decir esto el muchacho estaba envuelto en fuego

-Natsu quedarte envuelto en llamas, así eres como una fogata y podemos entrar en calor

-¡buena idea Happy! - dijo la rubia

Happy y Lucy se acercaron al mago de fuego para tratar de calentarse, por su lado a Natsu no le importaba que ellos dijeran eso, lo hacia sentirse bien o eso pasaba casi siempre, ahora Natsu se encontraba nervioso y eso le pasaba mucho últimamente, no podía evitarlo al fin y al cabo Lucy se encontraba cerca de el y el ya no sabia que hacer por dios ¡la condenada lluvia la había empapado por completa! y lo peor era ella no usaba ropas muy gruesas que digamos y el tenía la mejor vista de sus pechos perfectamente enmarcados por un brasier rosa de encaje ¡eso era demasiado para el! Era lo único que podía ver y en su mente repetia sueños húmedo que estaba teniendo desde hace bastante tiempo, quitar ese maldito brasier con los dientes mientras la acariciaba o ser mas juguetón y tomarlo solo con un dedo que mando lo lentamente ¡como un demonio su mente siempre jugaba con el!, el sabia que su rubia compañera era la lujuria personificada y si bien el se hacia el tonto, en estos temas si que sabia y no por experiencia sino por sus increíbles fantasías que tenia desde hace tiempo, pero no importaba que tan caliente se sintiera, ni mucho menos la dolorosa erección que le provocaba Lucy, simplemente no podía arriesgarse a perder la cordura y perder la a ella. Estaba tan absorto en sus pensamientos aún envuelto en sus llamas que no se dio cuenta que por estar pensando todas esas cosas pervertidas las llamas estaban cada vez mas intensas.

-¡Natsu! ¿me estas escuchando? -dijo la rubia con sus labios fruncidos con un puchero

-¿eh? No lo siento Lucy, solo estaba pensando sobre algo ¿que me decías?

- bueno la verdad no era la gran cosa, solo que la lluvia nos había pillado desprevenidos, pero no te preocupes la verdad solo estoy nerviosa...

-¿ne- nerviosa? ¿porque Lucy? - mierda no me digas que me descubrió mientras le miraba los pechos-

-b- bueno es que desde hace un buen rato que siento como si nos observaran

Tras decir esto Natsu comenzó a observar los alrededores del gremio, observo por un momento a los raijinshu quiénes estaban al alrededor de Laxus que por esas "casualidades" se encontraba en la barra disfrutando de un cerveza traída por Mira, solo los Dragón Slayer se daban cuenta que entre esos dos había algo, Laxus tenia a Mira completamente "marcada" con su aroma, Natsu se alejo de ese pensamiento y siguió observando, no notaba nada fuera de lo normal, Cana estaba bebiendo feliz de su barril, Juvia acosaba a un Gray ¿sonrojado? Después le preguntaría que le sucede, una que otra silla volaba de un lado a otro por el gremio todo normal hasta que noto lo que Lucy le había dicho... ¡todos los hombres estaban observando a Lucy! ¡su Luce! Por dios era obvio que no sería el único en notar el hermoso cuerpo de la rubia, si bien el tenia la vista ideal de sus pechos no eran los únicos grandes atributos que poseía la joven maga, Su pequeña falda de color azul también estaba completamente empapada por lo que se pegaba a las hermosas curvas de sus muslos de manera que permitía a la imaginación volar sin restricción, su trasero estaba totalmente enmarcado con el azul de la tela ¡al carajo todo! No iba a permitir que los demás siguieran mirando de manera lujuriosa a su Lucy.