Final

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"Siempre está ahí, observándome"

"No quiero que dañe a alguien más"

"Él es mío"

"¿Que debo hacer?"

"DEJAME EN PAZ"

"DEJAME IR"

"SOLO SERÁS MÍO~"

"NO SE QUE HACER"

Esos eran los pensamientos de esas 4 personas.

4 personas que tuvieron un inicio feliz pero un final trágico. Cada uno tuvo que pasar por momentos difíciles para llegar hasta este momento.

Hiro Hamada, aquel chico prodigio de 14 años, tuvo que ser internado en un hospital psiquiatrico ya que su comportamiento se vio alterado por una serie de sucesos que, hasta la fecha, nadie sabe como sucedieron.

Miguel Rivera, un chico músico de 13 años, tuvo que cambiar de residencia 3 veces por ciertos acontecimientos que, por desgracia, terminaron afectando tanto su vida como su estado emocional.

Camilo Madrigal, un joven colombiano de 15 años, desarrolló cierto comportamiento que, para su familia, era algo insignificante. Pero con el tiempo fue siendo más peligroso, a tal punto de cometer actos inhumanos y tenebrosos.

Dolores Madrigal, una joven de 21 años, se ve envuelta en un gran dilema al enterarse de las acciones despiadadas que cometió su hermano. Ahora intenta pensar en lo que es correcto sin lastimar a su familia.

Todos ellos tuvieron un destino distinto. Pero, ¿Acaso todo terminó bien?

Mariano: ¿Dolores?

Dolores: Yo....... -suspira mientras que, aun con valor, observa a su pareja- Tengo que decirte algo. Es......sobre Camilo

Mariano: ¿Camilo? ¿Le pasa algo malo?

Dolores observa a Mariano. Su boca se mueve y, en una cuestión de segundos, Mariano pudo escuchar su respuesta......

















Dolores: No. Olvidalo. No es nada malo.

Mariano: ¿Estás segura?

Dolores: Si. No te preocupes

Después de aquella conversación, Dolores continuó actuando de forma normal con todos.

La reunión que tuvieron estuvo tranquila. Nadie tenía problemas. Todos estaban muy alegres disfrutando de la convivencia, jugando y contando anecdotas.

Pero no todos la pasaban bien.

Dolores aún seguía pensando en la respuesta que le dió a Mariano. Era su oportunidar de decirle lo que su hermano había cometido. Sin embargo, no lo hizo. Decidió callarse y no comentar nada al respecto.

Una vez que el convivio terminó, recogieron las cosas, limpiaron y guardaron todo para después ir a descansar.

Eran las 12:30 am. Cierta chica pelinegra aún permanecía. En su mente no dejaban de pasar todos esos pensamientos sobre su hermano.

Dolores: (No creo haber hecho lo correcto. Pero es mejor a tener que destruír la alegría de mi familia. Estoy segura de que nada malo pasará si guardo este secreto. Solo lo haré hasta que pueda convencer a Camilo de no seguir con esas ideas)

















Nunca debió decir eso

























Miguel: ¡NOOO! ¡NO! ¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO!

Detrás de esa sonrisa (Camiguel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora