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Jisung realmente no recordaba la vida antes de conocer a Chenle. Por más que lo intentara parecía que el chino siempre había estado junto a él, prácticamente así era.

Se conocieron desde muy pequeños y se han mantenido juntos hasta la actualidad. No había nadie que los conociera y pudiera decir de algún momento que los haya visto separados, parecía que dónde estaba uno sí o sí debía estar el otro.

Jisung siempre estaba con chenle, chenle siempre estaba con jisung. Y era mejor que así se mantuviese.

Jisung nunca dejaría solo a su querido hyung por voluntad propia, siempre debía estar con él. Nunca había pasado más de un día sin la presencia del chino y se esforzaba por mantenerlo así. Chenle tampoco buscaba la soledad, la presencia de jisung era algo que se había vuelto parte de sí mismo, para ambos el concepto de "individuo" dejó de existir hacía ya muchos años, no era él, no era uno, eran ellos y eran dos. juntos.

No había lugar para un tercero, un cuarto o un quinto, eso ya se había dejado claro muchos años atrás. Ninguno permitía que nadie entrara en su pequeño mundo, tenían sus propias fronteras custodiadas y a la primera señal de peligro, eliminaban al agresor.

Muy pocos habían logrado llegar a, por lo menos, conocer esa frontera, desde una distancia segura, por supuesto. Los únicos que no los creían tan extraños como para siquiera dirigirles la mirada. Pocos que realmente se dedicaron a no quedarse con todo lo que se murmuraba de ellos, con las historias fantásticas y terroríficas que rodeaban al par.

¡Ups! La curiosidad mató al gato.

Jisung rió sin poder ocultarlo al pensar en ese refrán, tantos recuerdos...

-¡Hey! Deja de estar soñando y ayúdame. Esto es realmente pesado.- Se quejó Chenle, llevaba al menos 15 minutos arrastrando sin éxito el cuerpo, era tan malditamente pesado que sentía como los músculos de sus bíceps ardían. - Me cansé de decirle a la idiota de ningning que dejara de comer tantos dulces. ¡Ahora mira! Hasta muerta da problemas.- Siguió murmurando quejas a regañadientes, más aún porque él no debería estar limpiando este desastre, después de todo, esto fue obra de park.

Sin mucho esfuerzo, el pelinaranja tomó uno de los brazos de la chica y lo jaló para levantarla, olvidando de medir su fuerza y terminó por dislocar el hombro. ¿Qué más da? Después de todo lleva rato muerta. La alzó sobre su hombro como un saco de papas y se encaminó junto con Chenle a su pequeño refugio que no era más que una cabaña abandonada prácticamente en el medio de la nada.

Ah, pobre ningning. A Jisung nunca le desagradó la chica, fue de las pocas en ser realmente amable con ellos. Pero pensar en ella cerca de Chenle, en ella hablando con Chenle, en ella siendo amiga de Chenle, en ella con Chenle lo desquiciaba por completo.

Si tan solo la chica no se hubiese pasado de lista, hoy seguiría con vida, Park no la hubiese golpeado una y otra vez, estrellando su cráneo contra el duro pavimento. Sus hermosas facciones y prolijo maquillaje no se hubiesen ensuciado con tierra, agua sucia, orines de borrachos que rondaban la zona y tampoco estuviese totalmente teñida de su sangre saliendo a borbotones por su boca.

Por suerte no les tomó mucho tiempo llegar, entraron y dejaron el cuerpo en la primera habitación que encontraron. Aún tenían cosas que preparar.

Jisung sonrió y acarició al pequeño gato sobre la mesa, sintiendo su corazón estallar al escuchar el pequeño maullido como saludo. Uh pobre gatito, necesita un baño urgente.

Las viejas tablas de madera podrida rechinan bajo sus pasos, era el sonido más irritante que Chenle había escuchado en su vida. Casi comparable a los gritos de Giselle. Tuvo que darle 3 hachazos en medio de la boca para que por fin se callara. Cada paso era una aguja clavándose en su cerebro, una a una hasta que finalmente explotaba.

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⏰ Última actualización: May 28, 2022 ⏰

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