Mi primer amor.

El gran momento

-Te ves hermosa Anie.
-Ay Eder, muchas gracias. Tú también te ves muy bien.
-Gracias Anie.

Caminamos e ibamos platicando de nuestro día y así.

Eder me llevó a un pequeño parque, no lo conocía haci que me pareció muy agradable.

-¿Gustas un helado, Anie?
-Claro Eder.
-Mientras yo los pido ¿qué te parece si vas a tomar asiento en una de las palapas?
-Está bien Eder. Allá te espero.

Me dirigí a la palapa más cómoda y me senté.
Llegó Eder con dos vasos se helado.
Me dió el que era para mí y se sentó frente a mí.
-Supuse que sería de tu agrado ese sabor Anie.
-Has acertado Eder, es mi sabor favorito, gracias.
-De nada Anie.

Eder me empezó a sacar mucha platica, me preguntaba de mis gustos y cosas así.

Cuando me terminé el helado al fondo del vaso había una nota en una hoja de color fiusha que decía: "¿Quieres ser mi novia?"

Al ver la nota me quede sin palabras, en ese momento apareció una gran sonrisa en mi rostro.

Voltié a ver a Eder y noté que me estaba viendo también con una gran sonrisa.
-¿Y bien? ¿Cuál es tu respuesta, Anie?
-Eder, claro que síí.
-Te quiero mucho Anie, ¡eres la mejor!

Me abrazó y me dio un beso.
Yo también lo abracé.
Por mi mente pasaban muchas cosas, no quería soltarlo. Tanto tiempo la había esperado que no quería desaprovecharlo.

Lo solté y él me tomó de la mano.
Caminamos hasta llegar a mi casa.

Me dejo justo en la puerta de mi casa, y me dijo:
-Gracias por hacer de mi día el mejor.
-No tienes que agradecerlo Eder, yo había esperado mucho este momento y por fin llegó.

Eder puso su mano sobre mi mejilla y me besó.
-Buenas noches Anie. Que descanses. Te quiero mucho.
-Gracias Eder, buenas noches a ti también. Te quiero mucho.

Abrí la puerta de mi casa y entré.
Fuí a la recamara de mi mamá y ella se había quedado dormida.
Haci que subí a mi recamara, me puse la pijama y me acosté en mi cama.
A los cinco minutos me llegó un mensaje, revisé mi celular. El mensaje era de Eder, decía "te extraño" .
Como no tenía crédito no pude contestarle el mensaje, pero eso sí, me dormí con una gran sonrisa.