CASTIGO [Adaptación/KookMin]

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Navidad, la época favorita para el pequeño novio del mafioso, el cuál se encontraba en la sala vestido con un traje navideño muy a la época.

Su pálida piel resaltaba con lo rojo de la tela del atuendo que portaba, éste se amoldaba perfectamente a su cuerpo, definiendo bien sus curvas.

Se encontraba en una de las salas privadas que tenía su pareja, admirando como las flamas del fuego de la chimenea se movían de una lado a otro.

Sus rodillas en el piso, incado con ese vestido que hacía ilusión a un traje de Santa Claus pero para versión "femenina" el cuál era acompañado por unas medias que resaltaban sus piernas y gruesos muslos.

En su cabeza portaba sus mechones rubios muy bien peinados, y en su cuello un collar ajustado a este con una argolla gruesa de metal,  la cual estaba para poner una cuerda si así su novio quería.

En la entrada de esta sala se encontraba un cuerpo fornido, portando un traje completamente negro.

Sin que el pequeño cuerpo frente a las brazas se diera cuenta,  comenzó a caminar hasta que llegó al sillón y se sentó, admirando el cuerpo frente suyo.

Amaba como se marcaba la pequeña cintura que poseía su bonito novio y como después de esa finura se ensanchaba hacia sus caderas dejando ver las prominentes masas que tenía en sus glúteos.

Seguramente sus gorditos muslos se veían jodidamente bien en ese traje.

- Bonito date la vuelta.- Él cuerpo pálido saltó un poco por la voz ronca que uso el mayor, pero sin ninguna objeción se levantó e hizo caso a lo que le pidieron.

Dio la vuelta levantándose y volviéndose  a sentar, haciendo que en esta acción sus muslos se movieran, haciendo ver los carnosos que eran.

Jeon no aguantó más y se levantó del sillón para dirigirse a la mesa y tomar una correa de cuero negro.

Se acercó a su novio y prendió el broche en la argolla del collar de su pareja y se volvió a sentar, ahora con la diferencia que en su diestra llevaba la punta de la correa.

Jaló de ella, haciendo que Jimin quedara entre sus piernas.

- Se un buen niño.- Él menor sonrió maliciosamente y con su manito comenzó a frotar por encima del pantalón el gran bulto del mayor.

Subió su otra mano para bajar el cierre con cuidado, pareciendo que estaba descubriendo un tesoro por la forma tan deseosa con la que miraba el miembro del mafioso.

Éste se cansó de ver como su bebé hacía todo con calma, su miembro palpitaba por atención aún dentro de sus bóxer, así que metió su mano y  sacó su falo erecto, lo acercó al rostro del menor y restregó su glande en una de las mejillas del chico.

- Anda, chúpalo como si fuera uno de tus bastoncillos de caramelo. - Él menor acató la orden y puso sus manos atrás de su espalda.

Abrió su boquita y sacó su lengua, dando pequeñas lamidas en todo el miembro contrario.

Jeon viendo como su pequeño solo jugaba con su placer se inclinó un poco y tomó al menor del mentón.

- Deja de jugar bonito, así que succiona y chupa como lo haces con tus dulces.- Dejó caer su espalda en el sofá soltando un gemido ronco cuando su miembro fue envuelto por la caliente boca de Park.

Jimin sacó en miembro de su cavidad bucal y se dedicó a succionar los testículos, sacando más gemidos al mayor.

Subió hasta el glande que botaba líquido preseminal. Pasó su lengua por la ranura, sorbiendo el líquido que había ahí y luego empezó a succionarlo.

Metió todo lo que pudo del falo, haciendo que este llegara hondo en su garganta para luego poder subir y bajar por toda la extensión.
Pero antes de que pudiera probar la esencia del mayor,  éste lo jaló de la correa haciendo que levantara su rostro.

- Quiero tu culito frente a mí. - Park se levantó y quitando las bragas de encaje color rojo de su cuerpo, quedando aún con el traje navideño, del cual la falda era muy corta, y también con unas lindas medias.

Se dio media vuelta y se sentó en el regazo del mayor, poniendo una pierna a cada lado de la cadera contraria.

Jungkook hizo que quedara en cuatro, el pecho de Jimin quedando recostado en sus piernas y su cara cerca de la entrepierna contraria.
Y la bonita entrada de Park frente a la cara de Jeon, quien dio una lamida superficial, sin llegar a penetrar con su lengua.

La mano tatuada de Jeon tomó el falo de su novio y con la otra sostenía la correa al mismo tiempo que tomaba un glúteo y lo separaba para poder apreciar de mejor manera ese agujero rosa.

Alzó su pelvis, haciéndole notar a Jimin que siguiera haciéndole un oral, mientras el empezaba a dejar un rastro de chupones y mordidas en el trasero del chico.

Llevó su lengua a la entrada para empezar a penetrarla a la vez que su novio se encargaba de darle una de las mejores mamadas de su vida.

Empezó a sacar y meter su lengua con mayor rapidez mientras masturbaba el pene del chico, haciendo que Jimin deje de mamarle el pene para poder gemir.
Su diestra se movía más rápido en el miembro contrario y su lengua salía y entraba sin control, chupando el culo de su novio con devoción hasta que sintió el caliente y líquido semen del menor en su mano.

Jeon no tardó mucho y también llegó al clímax en la boquita del menor, haciéndo que éste tragara todo el líquido blanco que estaba en su boca.

Jimin se levantó de su regazo para darse la vuelta y volver a colocarse a horcajadas, pero ahora cara a cara y dándole una hermosa sonrisa que hacía que sus ojos parecieran medias lunas.

- Kookie, tú sabor es mejor que el de los bastoncillos de caramelo.