Siempre te he amado

745 58 24
                                    

¿Por qué me está pasando esto? Últimamente era lo mismo.

No podía hablarle sin sentirme tan patética, tan vulnerable, tan... tan perdida en su mirada. ¡¿Pero por qué?! Siempre he podido hablar con Hitch de la forma más normal y natural, bromeando con él y todo... Pero en los últimos días, con solo pensar en él mi corazón acelera como loco, mis mejillas se ponen completamente rojas y me vuelvo torpe de golpe. Y cuando él se me acerca es peor, me cuesta mucho formular palabras. 

De nuevo, ¡¿por qué?! Nos conocemos desde que éramos potros, hemos hecho literalmente todo tipo de cosas juntos. Ahora no puede hablarle sin sentir que el corazón quiere salirse de mi cuerpo, sin sentir una sensación cálida en mi pecho...

Hace 2 días

Me encontraba en mi puesto de batidos, atendiendo el negocio como de costumbre. Los ponies compraban como siempre y pasaban al lado, saludando y teniendo un día normal. Estaba acomodando unas cajas ya que por un rato no llegaron clientes, hasta que escuché esa voz...

- ¡Buen día, Sunny! - saludó Hitch

Lo que estaba cargando se me cayó de golpe, aunque solo era una caja con manzanas, de todas formas era extraño porque no me ocurría nunca, pero en los últimos días era algo frecuente cuando él se acercaba. Mis mejillas enrojecieron de golpe y mi corazón se aceleró como loco. Lo vi allí, y traté de devolver el saludo, pero como había estado pasando terminé tartamudeando.

- H-Hola Hitch, ¿q-qué te ofrezco? - dije con nerviosismo

- Solo... pasaba a saludar, pero te veo algo roja. ¿Te sientes bien?

Noté que se estaba preocupando por mi, tan atento y lindo como siempre...

¡NO! ¡No es el momento Sunny! No debes pensar así de él, es tu amigo.

- ¡M-Mejor que nunca! S-Solo algo t-torpe, es todo - respondí

Hitch arqueó una ceja y me miró, no muy convencido de mi respuesta.

- ¿Estás segura? - preguntó

¡No estás ayudando, Hitch! ¡¿Cómo voy a dejar de pensar en ti o de sentirme tan rara cuando sigues preocupándote por mi?!

- D-Descuida, estoy bien - le aseguré

Tal parece que eso si le convenció, o al menos eso quiero creer, porque recuperó su sonrisa y se empezó a alejar del puesto de batidos.

- Muy bien, entonces volveré al trabajo. ¡Cuídate!

- A-Adiós...

Me quedé embobada en él, mientras se alejaba. Lo que sea que estuviese causándome no podía ser normal. ¿Tal vez algún pony lo hechizó por error? Pero si ese fuera el caso, ¿por qué solo me afectaba a mí?

No puedo seguir así, necesito saber qué me ocurre... así que decidí hablarlo con Izzy, diciéndole justo todo lo que me ocurría. Al terminar, noté que ella tenía una expresión rara, como si estuviese conteniendo una risa.

- ¿Qué es tan divertido? - le pregunté, arqueando una ceja

- Oh Sunny, sé que no soy la más lista de todas, pero hasta yo sé que lo que tú tienes no es nada grave - dijo ella, mientras se reía un poco

Siempre te he amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora