nota: no es históricamente correcta, es decir, hay cosas como el matrimonio que no ocurren de la misma manera en que ocurrieron hace años.
hay errores en la narración de los tiempos que arreglaré más adelante.
espero les guste♡.
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Jeongguk nunca amó a Jimin.
O eso es lo que Jimin piensa desde que la misma reina se acercó a él y leyó la carta donde explícitamente decía que nunca lo había amado y había decidido casarse con la mujer que ama.
(Lo que Jimin no sabía era que aquella carta no tenía la caligrafía de quien alguna vez fue su amante).
Así que se encontraba viendo como el príncipe Jeon estaba por casarse con una bella doncella, dos años menor que él.
Jimin era un criado, quien no había tenido la mínima educación y había llegado a servir en el palacio por suerte –mucha suerte–. No estaba posicionado en un alto estatus social y económico, pero se le había echo extraño que la reina no prohibiese su entrada al lugar.
Estaba parado, bastante oculto, pero visible ante el príncipe que no dejaba de verlo fijamente.
"¡Debe estar viendo a su futura esposa, no a mí!" desea gritarle, pero se retiene.
Retiene cualquier tipo de acción que su cuerpo desea hacer.
No puede dejarse llevar y que lo saquen de aquella bella iglesia. Debe ver como el amor de su vida, se va de su lado, aunque piensa que nunca lo estuvo.
Jeongguk no deja de mirarlo fijamente, a pesar de que, cuando el sacerdote susurra si acepta casarse con la novia, por tercera vez (ya que el príncipe estaba concentrado en como las lágrimas de Jimin no dejaban de brotar de sus ojos), este no está escuchando al sacerdote.
Jimin agacha la cabeza y limpia sus lágrimas, después de ello vuelve a elevar el rostro, para encontrarse con la mirada de Jungkook que parece de súplica.
El príncipe con la voz entrecortada y con la mirada fija en el amor de su vida, susurra un débil "acepto".
Jeongguk realmente desea gritar, huir, llevarse a Jimin con él y vivir el resto de su vida a su lado, besandolo y acurrucandose con él, mientras Jimin acaricia su cabello y le dice que todo está bien.
Pero sabe que es demasiado cobarde como para llevar a Jimin y cumplir aquella fantasía a su lado.
La mujer frente suyo sonríe forzosamente y se besan durante unos segundos que parecen eternos.
Jeongguk es consciente de la mirada que le da Jimin y desea llorar en ese instante.
El príncipe y su ahora esposa se separan y Jimin no comprende qué hizo mal.
Lo amó.
Tal vez faltó amarlo más.
Tal vez faltaron más abrazos, más besos, más promesas.O tal vez debió haber sido de una familia rica para que aquel hombre lo amase con sinceridad.
Ya no valía la pena pensar en eso.
Jeon Jungkook nunca lo amó.
Y le rompe el corazón pensar en ello, porque él le entregó todo.
Cierra sus manos fuertemente y espera a que está tortura finalice.
Después de esto, puede que finalmente salga del reino y se despida del hombre que más amó.
Se levanta del lugar sin previo aviso antes de dar el primer paso, un joven desconocido le susurra "debes quedarte hasta el final, la Reina lo pidió de esta manera".