Yo Te Ayudare A Olvidar

capitulo 11

Ya había pasado un mes desde que me mude a Londres, que paso, pues tengo 2 amigas que las amo son las mejores, eimy y Andrea, y tengo novio, louis, conocí a Guillermo que no lo he vuelto a ver desde que me trajo a casa. Muchas cosas y solo a pasado un mes, no me imagino lo que me espera.
Hoy es lunes, me encuentro arreglandome para ir a la escuela, iba como siempre, simple y comoda , shorts de jeans, playera negra sin mangas y unos adidas blancos, me agarre el cabello en una coleta alta, me rocíe con mi perfume me di un vistaso y baje a desayunar lo mas rápido posible ya que faltaba poco para que Louis pasara por mi.
Exactamente cuando acabe de desayunar oí un claxon era Louis.
-hola- salude a Louis con un beso rápido en los labios
-hola pequeña- me abrió la puerta del copiloto para entrar para enseguida cerrarla, cuando subió arranco y empezó a avanzar.
Después de 10 minutos me di cuenta que no iba por el camino hacia al instituto
-¿louis? Este no es el camino al instituto- dije voltiandolo a ver y el enseguida mostró su hermosa sonrisa
- lo se -
- ¿a donde me llevas?- dije divertida, la verdad es que no creo que importe mucho si falto un día ¿o si?
- es una sorpresa, confía en mi- yo solo mostré una sonrisa no muy confiada, hacia 3 semana que somos novios.
50 minutos habían pasado ivamos en una carretera algo alejada de la ciudad.
- ya llegamos- dijo aparkando en auto en un pequeño estacionamiento, bajo y abrió la puerta - ten ponte esto - dijo extendiendo me una pañoleta, me la puse en los ojos no muy confiada, después me tomo de las hombros para dirigirme y no topara con nada, escuchaba su respiración serca y el canto de los pájaros, íbamos caminando por pasto, se sentía la brisa topando con mi rostro.- llegamos- dijo, destapandome los ojos, me encontré con un bello lugar tenia muchos arboles había un pequeño lago, en unos de los árboles había un columpio con una llanta y en la orilla del lago se encontraba una mesa redonda con dos sillas a cada costado de esta, prácticamente tenia la boca hasta los talones estaba sorprendida, voltie a ver a Louis sostenía una canastilla para días de campo. - es muy simple pero eres la primera que traigo a aquí es donde vengo cuando quiero escapar un momento del mundo y de mi vida y pues...
- es perfecto, me encanta- dije abrazándole
- creo que me merezco un beso- dijo dejando la canasta en el suelo para rodearme la cintura.
- si te lo mereces, pero Panchita tiene hambre- dije en forma de puchero tocando mi barriga.
- ohh.. vamos uno- le di uno en el cachete y rápido me separe para dirigirme a la mesa
- oyes.. tramposa- dijo tomando la canasta para seguirme
- no digiste donde- dije sacándole la lengua- vamos a ver que traes hay- dije abriendo la canasta que ya había dejado en la mesa, lo primero que había era un ramo de tulipanes, mis favoritas, luego 2 botellas de te helado, platos, cubiertos, sandwish, y mi pie favorito de limion.- wow Louis me impresionas, pudiste hacer todo esto, solo?-
- si, me queme , casi me corto un dedo, y deje echa un asco la cocina pero todo sea por mi princesa-
-Louis ¿como rayos te Quemaste si nada de lo que hiciste se necesita la estufa o el horno?-
- si mi mama me dijo después de 5 pies quemados- dijo con algo de pena, la risa algo incontrolable- claro riete, casi me mato en la cocina por ti y te ríes de mi- el siempre tan exagerado
- hay ven mi chef,te mereces tu beso- le di un piquito en los labios- vamos a comer
Nos sentamos y comimos fue fantástico ese día hablamo de lo que queriamos para el futuro, nuestras aspiraciones, deseos, etc. Reímos de las tonterías que deciamos, terminamos con algo de comida en el cabello ya que a Louis se le ocurrió ser una guerra de comida, era como un niño pequeño, me recordaba a peter pan, jugamos en la llanta que colgaba en el arbol, nos metimos hasta el pequeño lago, era increible.
Eran ya las 8pm estábamos ya guardando las cosas en el carro de Louis lo mas rapido posible ya que todavía nos quedaba como 50 minutos de carretera, cuando acabamos subimos y nos dirigimos a mi casa.
30 minutos llevamos de camino, cuando mis ojos se empezaron a cerrar hasta cerrarlos por completo.
Después de un rato sentí como unos brazos me sostenian, para después depositarme en mi cama y darme un beso en la frente
- descansa pequeña-y me quede profundamente dormida.