Prólogo

1.6K 154 62
                                    

*****


- Bien...

Liliruca Arde se encontraba planeando algo, salió a altas horas de la noche de la Mansión Chimenea sin ser vista por alguien.

Cuando llego a un lugar apartado de Orario se había encontrado con un hombre muy sospechoso. Llevaba una capucha negra, pero aún así su cara podía verse ligeramente.

- Zanis...

- Te tengo tu encargo, Liliruca - Habló mientras acomodaba los lentes que traía puestos.

El hombre en cuestión era Zanis Lustra, miembro de la familia Soma y ex "compañero" de Lili.

Al parecer la hobbit le había cobrado un favor al humano tétrico con lentes, ya que esté aceptó traer el encargo de Lili sin rechistar.

- Aquí tienes, uno de los afrodisíacos más potentes del Distrito rojo - Mientras Lili lo observaba cuidadosamente, Zanis sacó de su bolsillo un tubo de ensayo que se usaba para las pociones, pero en vez de una poción, este frasco traía un líquido rojo algo brillante.

- Esta bien... - Lili agarró el frasco con sus pequeñas manos y lo guardo con mucho cuidado en su capucha de color guinda.

- ...

Cuando Zanis cumplió con lo pedido, simplemente se fue sin decir nada, algo fastidiado. Lili lo miró a la distancia pero tampoco le dijo nada, simplemente le dio la espalda y se retiró silenciosamente del lugar.

Se dirigió nuevamente hacia la Mansión Chimenea, con su cuarto como objetivo directo.

Entro siendo lo más silenciosa posible para no levantar a nadie y generar sospechas innecesarias.

- ¿Lili-san?

Claramente con un nivel 3 en la mansión eso no iba a ser posible.

- B-Bell-sama - Lili titubeó.

Había empezando a sudar frío, tenía que empezar a inventar una escusa creíble ya de ya.

- ¿Habías salido tan tarde?

- Si... Lili se sentía un poco mal sobre unos asuntos de ella, así que quería despejarse un poco - Dio su excusa con una cara algo afligida.

- Ya veo - Asintió el chico de cabello blanco mientras bajaba las escaleras en dirección a Lili.

La hobbit no se había dado cuenta cuenta de que Bell estaba yendo hacia ella debido a que tenía la mirada en el suelo, y por alguna razón, Bell estaba siendo lo más silencioso que podía.

- Hacia un poco de frío, así que salí con mi capucha... - Concluyó su mentira cubriendo todos los puntos.

Para alguien experimentado sería fácil ver a través de su mentira, pero era Bell de quien estábamos hablando.

Al no poder sentir la mirada de Lili en él, no podía dar una respuesta a sus dudas, así que simplemente le creyó a ciegas.

Sin que Lili lo notará, Bell ya estaba en frente de ella, y cuando ella por fin notó su presencia, quiso levantar la mirada.

Pero algo se lo impidió

- ¿Uh?

De un momento a otro, Lili empezó a sentir un reconfortante calor alrededor de su cuerpo, sentía como dos largos brazos la sostenía y a su vez, sentía una mandíbula en su hombro.

Bell le estaba dando un cariñoso abrazo.

Ignorando su común timidez, fue hacia su compañera de familia para consolarla.

Plan de cortejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora