Capítulo 2

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La mañana transcurre sin ningún contratiempo, Daniel va camino al estacionamiento, cuando llegó al auto no pudo evitar recordar a la niñita malcriada, berrinchuda, ojitos de ángel, muñequita; le tenía tantos apelativos y todos les cuadraban perfectamente.

Sale de la universidad va directo a la empresa, tiene trabajo atrasado, debía revisar algunos planos.

El día transcurre lleno de trabajo, entre planos y reuniones se le van las horas, era agotador.

Después de la muerte de Esteban Johnson, su padre, tuvo que hacerse cargo de la empresa de construcción desde muy joven, entre la universidad y la empresa casi se vuelve loco, y es que tuvo que acostumbrarse a esa vida agitada del trabajo y la universidad, muy distinta a la vida que llevaba entre la universidad y las fiestas que inventaban sus amigos y aunque en ese momento tenía muchos, sólo uno se ofreció para ayudarlo en esos momentos estresantes lo cual era nuevo para él, su fiel amigo Gustavo, siempre dispuesto a ayudarlo cuando se trataba de lidiar con asuntos de la empresa, si no ya lo habrían conseguido caminando de cabeza.

Así como Daniel, a Sofía le había pasado algo parecido, solo que ella tuvo que lidiar en plena adolescencia con la muerte de su madre tras un accidente de auto, pero, contaba con el amor incondicional de su padre y su mejor amiga Nathaly, que al vivir en la misma ciudad de Nueva York, decidieron mudarse juntas al apartamento que el padre de Sofía le había obsequiado, mientras el vive en España.

Daniel llegó a su apartamento cerca de las 10 de la noche, se echó un baño y comió la cena que siempre le dejaba en el horno Norma la señora de servicio. Luego de cenar se fue a dormir, pero, no puede dejar de pensar en la chica de ojos grises, y se quedó dormido deseando verla otra vez.

* * *

Una semana más, afortunadamente todos estos días ha llegado temprano y ha conseguido puestos desocupados en el estacionamiento. Una semana en la que ha visto a Sofía pero desde lejos, no ha tenido la oportunidad de tenerla cerca, ha estado pendiente de ella, ya sabe que la chica no tiene novio, todos los días piensa en como acercársele, pero siempre está rodeada de sus compañeros de clases y esa amiga que no la suelta.

Entró a la universidad vió su primera clase, todo un fastidio, ya que está en el último ciclo y los profesores se volvieron más exigentes y por ende más estresantes, ya no veía el momento de terminar con todo aquello y graduarse.

Se dirige hacia la biblioteca pasa ahí la mayor parte del tiempo de sus horas libres.

Oh!, pero que sorpresa le depara el destino, después de tantos días esperando se la consigue hoy y sola. Es Sofía, quien también se dirige a la biblioteca, espera que no le arme un berrinche por verlo parado ahí, todavía sigue preguntándose porqué no la había visto antes si estudian en la misma universidad.

Ella venía revisando un libro y no se da cuenta hasta que choca con unos pectorales firmes, levanta la cara y lo primero que ve son esos ojos azul intenso, "Madre mía", piensa, esos ojos hipnotizan, se da cuenta de lo que está pasando que mirándose de lejos o cerca se da ese magnetismo que los deja atontados, porque ella se había dado cuenta cuando él la buscaba en el campus.  Siente arder sus mejillas, pues está vez lo tiene cerca, demasiado cerca; pero recuerda el incidente del estacionamiento y se separa de inmediato.

-Hola muñequita - Se queda muda observándolo hasta que reacciona, no entiende porque le genera ese comportamiento.

-¿Me estás siguiendo, acaso eres un acosador? - Y ahí estaba de nuevo, no puede evitarlo, siente la necesidad de utilizar ese carácter con él como medio de protección

-Nada que ver, yo estudio aquí y uso la biblioteca igual que tú -Rueda los ojos con fastidio, trata de usar una coraza con él, porque se ha dado cuenta de que la aturde.

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