Omar de inmediato saltó hacía mí e intentaba quitarme el cuchillo con todas sus fuerzas sin embargo, yo estaba tan aferrada a él que tuvo que hacer un par de movimientos que lo ponían en peligro para poder quitarme lo y empujarme a la pared de la cocina.
“Damelo.” *Exigí.*
No dijo nada ante mí exigencia.
“Omar. Devuélveme lo.”
“Ni lo pienses.” *Exclamó Jeon tomandome del brazo fuertemente.*
“No me toques.” *Amenacé con una mirada retadora.*
“Yo sabré cuando tocarte, eres mi mujer.”
“Ja! No seas ridículo Jeon. Cómo hombre no me llegas ni a los talones.”
“No sabes de lo que hablas, prefieres que este yo aquí a que estés con otro hijo de puta.”
“No. Yo prefiero estar con otro hijo de puta que contigo.” *Sonreí divertida.*
˗ˏˋ ˎˊ˗
Finalmente desperté en la cama de Jeon nuevamente. Sintiéndome cansada y aún con el ardor en mi mejilla. Pues antes de hacerme dormir me dió una cachetada tremenda.
Miré a mi alrededor y me encontré con Omar sentado al lado de la cama esperando a que despertara.
“Finalmente ha despertado.”
Lo ignoré y volteé a mirar nuevamente al techo, de no ser por este habría por lo menos intentado acabar con Jeon hoy mismo.
“Levantese, tiene que ir a su fiesta de compromiso.”
“¿Qué?”
“Ya vienen los estilistas personales de Jeon a arreglarla. Por favor no les vaya a hacer nada.” *Sin más se alejó.*
Aunque era una fiesta de compromiso, era la oportunidad perfecta para finalmente lograrescapar y obtener un mejor plan
La oportunidad perfecta...
En la tarde
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“Mi futura esposa jamás sale desapercibida.”*Exclamó Jeon mirándome.*
Omar abrió la puerta de la casa. Fué primera vez en varios días que no veía el exterior, y fué exactamente lo mismo que sentí cuando finalmente salí de la doll house.
Bajamos hasta llegar al primer piso sospeché no tener los ojos cubiertos para no poder ver mi alrededor. Lo primero que me hizo estar alerta fue éso. Omar me abrió la puerta del auto mientras que Jeon entraba por la otra puerta de pasajeros junto a mí.
“Es un buen lugar para-”
“Ahorrate los comentarios.” *No lo dejé terminar.*
“Deja de comportarte como si tuvieras opción, serás mi esposa solo entrégate ahora o será más difícil para tí más tarde.”
“¿Sabes qué?” *Volteé a verlo.* “Me preocupa que ovules más que una mujer, deberías ir al médico a ver eso.”
“Deja de insinuar que estoy enfermo.”
“Entonces deja de parecerlo.”
En la fiesta
Jeon hablaba con todos y cada uno de los invitados en la fiesta sin soltarme un segundo de la mano.
“Tengo que ir al baño. ¿Me dejas?” *Cuestioné.*
“Omar.” *Le hizo una señal con la cabeza para que me acompañara.*
Seguí adelante mientras dejábamos a Jeon atrás hablando con el par de hombres probablemente miembros de la mafia.
Cuando estuve unos pasos a entrar al baño miré hacía la derecha y choque miradas con un hombre del cual jamás podría olvidarme, el primero que me tocó dentro de la casa y el único algo cuerdo que conocía.
Kim...
El trató de acercarse pero poca importancia le dí y entré al baño rápidamente. Dónde había una mujer a punto de salir sin embargo, la jalé hacia un cubículo y de un golpe la noquee rápidamente.
Cambie mi ropa con la de ella, recogí mi cabello dentro del gorro de chef y antes de salir miré en dónde estaba Omar, quien estaba esperando a un costado del baño. Salí rápidamente cubriendo mi rostro y mientras pasaba a través de la fiesta le quité el arma a uno de los guardaespaldas allí sin que se diese cuenta.
Finalmente salí por la puerta trasera sin embargo, un grito me interrumpio.
“¡Chef! Se ha equivocado de puerta.” *Exclamó un guardaespaldas de forma amable viniendo hacía mí.*
“Claro.”
Saqué el arma y le disparé en medio de las cejas sin duda alguna. Miré alrededor y efectivamente el hombre tenía una moto.
Rápido busqué en el cuerpo sin vida las llaves de estás y tras encontrarlas me subí a la moto y la prendí llamando la atención de varios.
Salí a toda velocidad y me deshice del gorro de chef en el camino dejando mi cabello libre al viento.
Demasiado fácil para ser verdad. Creí que habría más muertos.
Alguno de los dos tendría que morir de ahora en adelante.
