Liones 12 años atrás.
La orden de caballeros, conocidos como los ocho pecados capitales, era muy conocida en todo Liones e incluso en la mayor parte de Britania.
Aunque siete de ellos eran considerados como héroes, uno de ellos era visto de mala manera, ya que todos pensaban que podrían confiar en ellos, pero que el nunca juraría lealtad al reino, fue algo que comenzó a causar algo raro en la misma gente.
Pero para el, eso no le importaba mucho ya que prácticamente se quedaba en el lugar que el rey les había dado para poder descansar.
Y como era una persona ocupada, no tenía que ir a todos los eventos ridículos para el, así que esa era otra razón por la cual la gente del reino lo miraba de mala manera.
El evitar estar con las personas del reino le era bueno, así no tendría que sentir ira hacia cada persona que lo miraba mal, pero si de algo se preocupaba era de cierto niño de cabellos verdes amarillentos, el cual estaba detrás de él, algo que él hada ya había notado, pero era divertido ver a ese niño tratar de sorprenderlo.
Y cómo era costumbre, en algún punto comenzaba a flotar, haciendo que el pequeño saliera de su escondite, el cual no era el mejor.
- No, otra vez se escapó, seguramente le di miedo, jajaja.
Dijo pero se tenso al sentir como u. dedo era puesto sobre su cabeza, girando lentamente, viendo los ojos de aquel hada que ahora poseía cabello amarillo.
- Valla, pensaba que dabas miedo, o algo así dijiste, no?, niño llorón?.
Lex sonrió con maldad, solo molestando al niño el cual dio un grito y solo callo al suelo.
- N-no es justo, trampa, tío Lex siempre hace trampa cuando lo sigo.
Dijo molesto, pero a la vez nervioso y asustado.
- Tío?, jamás acepte que me llamaras así, ni a tu hermana se lo permito, por que debería de aceptar que tu lo digas?.
Lex se inco hasta estar a una altura algo similar a la de el niño, solo viendo como este parecía que iba a llorar.
- Por qué tu prometes que me enseñaras a ser un gran caballero como el señor Zaratras, Guil y Griamor son hijos de caballeros, pero yo no.
Dijo y recibió un golpe en la frente, siendo lo bastante fuerte como para que a él le hiciera daño.
- Howzer, no por qué seas hijo de un herrero, debes de sentirte mal o insultar a tu papá, así que nunca vuelvas a decir eso.
Dijo como amenaza, solo haciendo que el niño a sintiera.
- Además, yo no podría ayudarte a ser un gran caballero, todos en Liones parecen tener problemas con mi presencia, entrenar a un niño conmigo sería estúpido, amenos que quieras ser odiado por todo el reinó.
Howzer sabía que las personas no querían a Lex como el lo queria, ya que este siempre lo cuidaba cuando sus papá no podía por su trabajo.
- No me importa, yo quiero ser como tu algún día, un caballero increíble.
Lex nunca entendió las emociones humanas y menos los pensamientos del pequeño que tenía delante de él, un pequeño de nueve años que siempre trataba de volverse fuerte.
Las cosas no funcionan así, y el lo sabía, pero debía de hacerlo por el pequeño.
- Si realmente quieres volverte más fuerte, deja de ser un tonto y conoce todo lo que tu padre puede enseñarte, y cada festival del reino, buscame y muéstrame cuanto has mejorado en el conocimiento de las armas.
Lo dicho por Lex confundía al pequeño, el cual solo lo miró raro.
- Tío, por qué debo de saber eso si seré un caballero sacro?.
Lex se sentó en el suelo, haciendo que Howzer lo imitara.
- Las armas no sólo son cosas que puedes comprar en una tienda, hay muchas las cuales están hechas para personas específicas, así que si logras aprender cada secreto de cada arma que veas, te volverás más fuerte que muchos caballeros.
Los ojos de Howzer se iluminaron por eso dicho.
- Eso es verdad?.
Lex asintió.
- Bien, en ese caso, me convertiré en un gran caballero y también conoceré que debo de hacer para serlo y ya tengo una idea, así que tío Lex, cuando cumpla dieciséis podré inscribirme como aspirante a caballero, si logro entrar, me entrenaras personalmente?.
- Solo si eres más listo.
Howzer sonrió y se puso de pie.
- En ese caso, es una promesa, así que nunca la olvides.
...
- ¡No! El tío Lex nunca se atrevería a hacer algo como eso.
Dos años habían pasado, y la Traición de los ocho pecados capitales, ya se había esparcido por todo el reinó, y quien más afectado era Howzer, el cual se negaba a aceptar las cosas que decían.
- Ellos, ellos lo hicieron, asesinaron al gran maestro Zaratras, aceptelo joven Howzer.
Un guardia había ido a la casa de él, ya que pensaron que también pudo haber un ataque más.
La puerta del lugar había sido habierta por un hombre, el cual solo tenía los ojos con la mirada perdida, pero solo tomó en un fuerte abrazo al pequeño, el cual no entendia.
- Papá, sueltame, debemos de aclarar que el tío Lex no hizo eso y estára para cenar hoy.
Dijo, pero al ver los ojos de su padre, sintio algo raro.
- Howzer, Lex está ... esta muerto, lo capturaron y asesinaron, su cuerpo está siendo colgado para que las personas le arrojen piedras y está misma noche, el ... el será quemado.
Howzer se quedó petrificado al escuchar eso, negando y llorando, solo para salir corriendo a su habitación, donde su hermana debería de estar, pero al no verla, sabía que estaría con las princesas, solo arrojándose a su cama, pero pegandose en la frente con algo, levantando su cabeza y viendo como un libro estaba sobre la cama, tomándolo y viendo como una hoja caía de él.
No tardó en tomarla, pero se sorprendió al ver de quien se trataba.
Niño, pues al parecer Zaratras nos mandó a llamar y puede que estemos ocupados el día de hoy, así que te doy este libro antiguo mío, te servirá para aprender a mejorar las armas.
Pero quiero que mañana nos veamos en mi casa, ya que mañana mismo comienza tu entrenamiento, así que más te vale estar preparado.
Lex.
Al terminar de leer solo lloro al pensar que todo parecía ser una vardad muy cruel para el, sin saber que alguien lo miraba por la ventana.
- Perdón niño, pero lo mejor será que nadie sepa que sigo con vida, y menos tu.
Sin duda ese día marcó la vida de muchos, ya que mientras algunos lloraban por la muerte de Zaratras, otros celebraban la muerte del pecado de la Traición, menos una familia la cual fue muy cercana a el.
Sin saber que dices años después, tanto el pecado como el niño se reunirían por una vez en mucho tiempo.
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Nueva vida (Ban x Malereader/Maleoc)
FanfictionSi en algún momento logramos vernos de nuevo, espero que me perdones.