Superando A Mi Jefe (Zayn Malik)

Capitulo 25

Llegue a mi casa totalmente desechada. Decir que me dolían los pies no era ni punto de comparación con lo que de verdad pasaba allá abajo.
Sentía un hormigueo recorriendo cada centímetro de mis piernas y ni hablar de lo pesados que se sentían mis brazos.
Victoria, me había hecho caminar por todo Nueva York buscando ''la tienda perfecta'' ''los adornos perfectos'' y '' Los colores perfectos para que todo quedara perfecto''. No contenta con eso, yo había sido la que cargaba todas las cajas que ella ni se había molestado en mirar cuantas eran. Cuando llegamos de nuevo a la oficina , quede impresionada. Las fotografias de la nueva sede mostraban las grandes paredes de color blanco que iban acompañadas con unos gigantescos ventanales que daban la vista perfecta a la ciudad de Los Angeles.
Después de haber terminado de ayudar a Victoria había ido a una extensa reunión que había organizado Liam para hablar sobre las necesidades de la empresa y bla bla bla.
Cuando por fin llegue a casa, tenia la esperanza de sentir esas sensación de paz y tranquilidad que generalmente generaba en mi, pero no fue así...
Saber que en el ático estaba escondido un Zayn que no era el Zayn al cual yo estaba acostumbrada. Este Zayn estaba sucio y totalmente destrozado por verse a sí mismo en aquella condición.
Me di una ducha meditando todo lo ocurrido en las ultimas semanas. Encontré a mi jefe casi follándose a mi mejor amiga, luego nos habíamos besado (beso que casi logra mojarme). Había asistido a una fiesta en una galería en la cual conocí a la pobre novia de mi jefe (La cual no tenia ni idea que su novio, corrección, prometido se estaba besando con dos secretarias de la empresa en la cual era el presidente. Podía contar eso como dos infidelidades, eso sin contar las que yo so sabia) unos días después me entero que Zayn estaba desaparecido o mejor dicho que estaba en mi habitación con lo que podría haber sido una sobredosis de somníferos, me encuentro con su novia en un estado critico de nervios, y ademas me entero que uno de sus empleados era el que se había encargado de llevar a Zayn desde un bar hasta el ático donde este se encontraba justo ahora.
¡Eso en unas pocas y tristes semanas! El remordimiento de conciencia iba a terminar por matarme. No conforme con todo lo anterior la noche pasada mientras intentaba que Zayn comiera, se me había escapado una maldición lo suficientemente fuerte como para que Zayn me reconociera...
¿Así o más jodida?
Salí de la ducha y me puse una pijama de pantalón y camisa de tiras. Quería hacer algo por aliviar el dolor que Zayn debería estar sintiendo en este momento. Una ducha no lo complacería del todo pero por lo menos le subiría aunque fuera una gota el animo.
Agarre un pantalón deportivo color gris de Juanse y una camiseta negra, unos boxers que se encontraban todavía en una cajita, que supuse significaba que estaban nuevos. Deje la ropa en mi cuarto y subí al ático.
Antes de abrir la puerta, di un suspiro largo e inhale y exhale unas cuantas veces Con mis fuerzas por los suelos, me acerque a la cama donde él se encontraba tendido. Me atreví a colocar una mano en uno de sus musculosos brazos tatuados y Zayn dio un respingo.
Al poner sus ojos sobre los míos, vi un ápice de emoción que luego fue reemplazado por ira.
-Vete- dijo mientras apartaba bruscamente mi mano y volvía a recostarse
-Solo quería... Ammm.... Saber si tu...
-¿Quisieras dejar de tartamudear? Me molestas un poco mas que con tu presencia
-...Saber si tu querías tomar una ducha- Zayn volvió a conectar su mirada con mía
-¿Es en serio? o ¿Solo es una trampa?
-¡Es en serio!- me apresure a decir al darme cuanta que el tono frió de su voz había disminuido- Ni Jack ni Juanse están en la casa. Así que quise saber si aprovechabas y te dabas una ducha y de paso comías algo- se levando de la cama haciendo demasiado visible la diferencias de estaturas
-Por tu bien que no sea una broma ni otra charada. Por que te juro que cuando logre salir de esta mierda tu seras la primera en mi lista de personas a demandar- baje mi mirada a mis manos y empece a mover los dedos con nerviosismo
-Te prometo que no es nada de eso.... Solo quiero... quiero ayudarte un poco- escuche como una risa incrédula salia de su pecho y caminaba por una lado rozando su hombro con el mio
-¿No me digas?- volvió a reírse- No seas patética, Elizabeth