Underneath your clothes.

We belong to you and me...

Aclaración: Una historia 100% NejiHina. Si no te gusta Naruto Bashing, abstente de leer, de lo contrario, disfruta la lectura.

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-¿Inauguración?

-Sí, tu primo Neji abrirá su nuevo restaurante en la parte central de la ciudad.- escuché a mi padre revolear unos papeles, seguro estaba en su despacho por el sonido del ascensor avisando la llegada de alguna persona.-Me dijo que quiere que estés presente. 

-Mmmm...-me quedé unos segundos en silencio, sopesando la idea de verlo luego de tantos años sin saber de él.-Tengo una cita importante hoy en la noche; Naruto quiere presentarme a sus padres, como sabrás, es imprescindible mi presencia. 

-Ya he hablado con tu novio, ambos asistirán a la apertura de tu primo.

-Pero...

-Sin excusas.- despegué el móvil cuando el sonido interminable de la llamada se escuchó como eco en mi oído. 

Me rasqué la cabeza pensando en qué ponerme; aproximadamente 4hr se me venían encima hasta las 7, que era la hora acordada en el mensaje de texto que mi padre me mandó. 

Tomé mi bolso caminando a la salida de mi apartamento. El ascensor siempre estaba vacío; la mayoría de los inquilinos trabajaban hasta tarde y rara vez veía a alguno poder llegar a la hora de la cena. Cuando las puertas se abrieron, visualicé el vestíbulo; Halsey, la recepcionista, me sonrío amablemente como siempre. 

-Buen día, Hinata. ¿Se dirige a algún lugar?- busqué las llaves de mi auto en el fondo de mi bolso.

-Sí, si Naruto llega dile que no tardo. Iré a la plaza por unas cosas que necesito. - Halsey afirmó con un movimiento de cabeza cuando el teléfono junto a ella indicó la presencia de otra persona al otro lado de la linea. 

El estacionamiento del edificio era pequeño, tenía el espacio suficiente para albergar 10 autos de un tamaño promedio. El mío se encontraba estacionado al final; un Mazda Mx-5 en color rojo. Rápidamente me introduje en el coche encendiendo el motor mientras echaba la reversa para dirigirme a la salida. El ingente sonido de la ciudad y más en el área de los centro comerciales, plazas y demás comercios de moda era insoportable. Media hora de trayecto y 15 minutos más buscando donde aparcarme, logré llegar a mi tienda favorita de ropa. En la lejanía vislumbré a Ino recibiendo a sus clientes con una expresión afable, siempre tan sonriente. 

-Hinata, ¡Qué alegría verte!- envolví mis brazos a su alrededor, estrujando el delgado cuerpo de la rubia. - ¡No te imaginas! Acabo de terminar una nueva colección de vestidos de noche y, como mi clienta fiel y habitual que eres, serás la primera en verlos. 

-Será un placer. De hecho, vine precisamente para llevarme uno; ésta noche tengo un compromiso muy importante y quiero impresionar a Ne... Naruto. - Carraspeé mi garganta por el error que iba a cometer, lo bueno que Ino no lo notó. Me encaminó a una puerta detrás de un espejo; bajamos unas escaleras y llegamos a un cuarto bastante iluminado donde estaban escorados varios vestidos en maniquíes y tubos de ropa. 

-¿De qué dices que es tu evento?- exclamó en lo que revolvía unas prendas estibadas en el enorme closet de madera empotrado en la pared al fondo del cuarto. 

-Es algo referente a la empresa de mi padre. Hanabi lo está organizando.-pasaba mis manos por las telas de satén, la suavidad en mis dedos al rozar transformó todo a mi alrededor, a memorias que creí enterradas en lo mas recóndito de mi mente. De pronto, lo que se supone que estaba tocando ya no eran las lisas telas, el color fue reemplazado por un tono castaño profundo, como el chocolate. Las hebras de cabello eran escurridizas en mis dedos; con cada movimiento, la fragancia deprendida era captada en mis sentidos; una mezcla entre cítricos frescos, olor a pino y la armonía que se fundía con el almizcle. Aspiré con más ahínco, percibiendo otros aromas, como el sándalo, jazmín, madera de cedro...