Capitulo 71

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"....."

Miró a su alrededor. No había nadie más que el Emperador.

"No hay mejoría a pesar de que los médicos sigan atendiéndote".

Oscar, que desapareció, se escondía detrás de las cortinas de la ventana.

¿Entonces qué pasó?

Unos minutos antes de que llegara la Emperatriz, la conciencia del Emperador había regresado por un tiempo.

"¡Padre!"

Oscar se levantó de un salto al ver temblar los párpados del Emperador. Observó cómo su padre luchaba por levantar sus párpados gruesos y arrugados. Estaba preocupado ya de que nunca había sucedido en estos días, pero aumentó una sensación de alivio en su cuerpo.

Fue aún más afortunado que Oscar recobró el sentido mientras estuvo aquí.

"Padre, mucho tiempo sin verte. ¿Estás despierto?"

Por supuesto, el Emperador no podía hablar. Habían pasado meses desde que se quedó mudo, y todo lo que pudo hacer fue parpadear un par de veces.

"¿Tienes alguna molestia?"

Pensó que el Emperador perdería el conocimiento en el camino.

Pero el  seguía mirando a su hijo.

Oscar notó que había algo que quería decir. Así que esperó, pero el Emperador no tenía energía para hacerlo.

"Padre. Padre".

En ese momento, los ojos de su padre se movieron hacia la pared. Era la ventana con gruesas cortinas blancas. Oscar miró detrás de la ventana, pero no había nada.

¿Quiere que abra la ventana?

"El doctor recibió velas aromáticas, así que no debemos ventilar la habitación".

Oscar estaba a punto de regresar de la ventana cuando escuchó pasos acercándose a la habitación.

De inmediato, supo que era la Emperatriz.

'Escuché que se avergonzó frente a la Sra. Reinhardt anoche, y debe estar disgustada.'

También le contaron cómo fue humillada.

Fue gracioso imaginar a Laritte respondiendo con una expresión muy insensible.

No sabía cuándo estuvo junto a ella, pero ahora que lo esperaba, merecía ser el enemigo natural de la Emperatriz.

Oscar no quería tropezar con ella, así que se acercó al marco de la ventana. Pudo ocultarse perfectamente cuando se tapó con las cortinas de la ventana. Los ojos de la Emperatriz se posaron en el Emperador acostado en la cama sin reconocer otra presencia.

Oscar la miró a través de las cortinas. Fue elegante de su parte venir a ver al paciente. Estaba un poco tocado.

Pero ella todavía visitó a su padre. Tal hecho nunca fue informado de un Oscar.

Fue entonces cuando dijo algo inesperado.

"Este tiempo tedioso pronto terminará, Su Majestad".

Fue escalofriante.

¿Qué quiere decir ella?

Oscar se tapó la boca con la mano mientras observaba todo lo que hacía la Emperatriz.

Abrió el quemador de incienso colocado al lado de la cama. Luego sacó la hierba seca que tenía en los brazos y la puso dentro del quemador.

Todo estaba claro como el cristal.

Cuando la hija ilegítima del conde se casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora