𝖢𝗂𝗇𝖼𝗈

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⟨⟨📿⟩⟩

El viento es fuerte y hace un ruido afuera. El cielo está encapotado por nubes grises, al parecer llovería. Todos usan grandes suéteres para cubrirse del frío, guardar un poco de calor y sentirse cómodos mientras realizan sus actividades diarias. Días así en Londres eran normales, asi que eso no impedía a la gente sentirse contenta y serena. Bocinas de autos suenan al exterior de la casa, indicando que a ellos no les importaba el frío viento que hacía y seguían con sus vidas normales.

No hay nada mejor que tomar un chocolate caliente cuando hace frío en un día como hoy.

Niall da un sorbo a la taza y suspira, cerrando sus ojos. El sabor parece rozar todas y cada una de sus papilas gustativas, sabía delicioso aunque quemaba ligeramente. Lleva un buen tiempo sin tomar algo así. Harry está preparando los waffles para el desayuno y Oliver no puede esperar más. Su pancita suena fuerte. Tiene hambre. Lo único que cenó la noche pasada fue un vaso de leche blanca.

El rizado pasó por ellos para ir a desayunar a su casa. Harry había ido temprano a su oficina, atendió todos sus mandados, hizo un par de llamadas a proveedores y de ahí fue por Oliver y Niall. Es un poco tarde para un desayuno pero está bien para los tres, ya que ninguno ha comido nada.

-Quieres ponerle algo especial, Oli?-Harry pone el plato con dos wafles frente al niñio y él pide leche condensada.

El mayor baña un waffle de la leche y en el otro simplemente escribe el nombre del niño. El rie encantado por eso. Sirve otros dos a Niall y él se pone tres en plato. El rubio come demasiado lento a comparación de su hijo y Harry. Pareciera que alguien se los iba a quitar o era el fin del mundo. Oliver termina de comer y el mayor le dice que puede ver la televisión pero que antes se lavara las manos y la boca.

Harry ha terminado de comer y Niall apenas va por el segundo. Corta lentamente cada pedazo con sus cubiertos, se los lleva a la boca y mastica calmadamente. Estaban muy buenos, el rizado le había puesto un montón de cosas como leche condensada, nutella, chocolate amargo, hasta fresas. Harry si que sabía cocinar, pero aún con todo y el sabor buenísimo no podía comer, no sentía tanta hambre.

-Estás preocupado. ¿Pasa algo con Oli?

Niall trata de sonreir para el rizado y niega la cabeza.

-Todo está bien, sólo no tengo mucha hambre-miente.

Lo de Des no deja de girarle por la cabeza. No sabe que pensar o esperar. No sabía si el hombre hablaba en serio sobre la visita que seguridad infantil le haría, tal vez era una mentira para que se mantuviera lejos de Harry.

-Puedes decirme lo que sea.

Vuelve a sonreír, cansado. Aleja su plato a medio comer y bebe su vaso de agua. No quería atormentar a Harry con sus problemas pero necesitaba hablar con alguien. Aún asi, niega con la cabeza y dice que está bien.

-El lunes hay visitas en el colegio de Nic. O sea, niños van un día para ver como se trabaja y ver si la escuela les agrada. Tal vez Oli podría ir.

-Harry, es un colegio privado. No tengo para comprar una cajita feliz a mi hijo,¿Cómo piensas que pagaré eso?

-Yo podría hacerlo. No me molesta. Además dijiste que él quiere ir a la escuela. Tiene 6 y sabe lo que un niño de su edad debe saber. Así que posiblemente lo acepten en segundo año éste curso que viene.

-No, Harry. Déjalo así. El día que decidas irte ¿Qué va a pasar? Oliver llorará porque tendrá que dejar la escuela y yo no podré pagarla nunca.

-Por qué razón me iría?-achina los ojos, inspeccionando a Niall.

Bracelets «Narry» Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora