I

995 112 43
                                    

El tipo ideal

-Two Shot-

I

...

La última edición de la revista para adolescentes contenía una de las entrevistas de Adrien Agreste más interesantes del último tiempo. El titular de la misma había generado demasiado intereses, pues no todos los días te enteras que el chico contestó el divertido pingpong de preguntas y respuestas sobre su tipo ideal.

Oh sí, quien tuviera esa revista en sus manos, sabría cual es el tipo ideal del ángel de París, así que no era extraño que la revista se agotara en tiempo récord.

Marinette observaba la copia del ejemplar que había comprado, sin poder aceptar la realidad frente a ella. Las respuestas la dejaron tan impactadas, que sentía que apenas podía respirar.

Y aunque su teléfono celular no paraba de recibir mensajes en el chat privado que tenía con sus amigas, no hizo amagues de responder.

Cualquiera que leyera la revista, pensaría que Adrien estaba hablando de ella, cabellos oscuros, ojos color cielo, personalidad de líder, un poco torpe, aunque era ella muy torpe, adorable, entre otras cosas. Pero Marinette sabía que no hablaba de ella, bueno, sí, hablaba de ella, pero no de la chica civil. Algo en las respuestas de su amigo la hizo darse cuenta que el tipo ideal que Adrien tenía: era Ladybug.

...

Una semana atrás.

.

—¿Qué? —exclamó Adrien Agreste ante su padre, al escuchar las indicaciones para el día— ¿Tengo que hacer una entrevista sobre mi tipo ideal?

—Sí —respondió, sin mirarlo, como de costumbre—, me gustaría que usaras como respuestas las características de la señorita Rossi para poder aprovechar la nueva campaña que ambos van a iniciar a principio de mes.

—¿No puedo dar mis propias respuestas? —dejó caer sus hombros desganado.

—Esto es por la campaña, Adrien, entiende.

—Está bien —respondió sin más que acatar las indicaciones de su padre—. ¿Cuándo es esto?

—Mañana en la tarde —le indicó.

—De acuerdo.

...

Cuando Adrien se presentó con la entrevistadora no estaba con muchas energías, saber que tendría que mentir no era algo que le gustaba en lo absoluto. No era bueno mintiendo, era torpe y se pisaba él mismo, no sabía que hacer. Solo aspiró profundamente cuando una mujer de cuarenta años de cabello muy corto y una enorme sonrisa apareció frente a él.

—¿Empecemos? —le preguntó, tomando asiento frente a él cuando Adrien afirmó, la chica activó la grabadora—. ¿Preparados para el test?

—Sí, claro.

—¿Castañas, pelirrojas, negro o rubias?

Adrien aspiró profundamente, antes de tratar de decir castaño. La entrevistadora lo vio pelear consigo mismo.

—¿Castañas?

—¿Ojos color...?

—¿Oliva? —el gesto en su cara hizo que la mujer frente a él pusiera los ojos en blanco.

—¿Fruta favorita?

—¡Maracuyá! —respondió sin titubeo, haciendo que la entrevistadora hiciera una cruz con sus brazos y los fotógrafos bajaran la cámara. Helene pauso la grabación.

El Tipo Ideal del Ángel de ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora