Be At Your Side (I Love You No Matter What)

Lan Wangji volaba a toda velocidad con su espada cargando al cuerpo inconsciente de Wei Wuxian, la fría brisa de la noche le calaba los huesos, abrazo más el cuerpo en sus brazos tratando de conseguir su calor corporal, la cabeza del Wei rodó un poco hasta ocultarse en el cuello de jade, su corazón empezó a latir dolorosamente.

A lo lejos, en la oscuridad de la noche vio una cueva.

Casi en la mitad de su vuelo empezó a llover, y en cuestión de minutos los mojó a ambos, la sangre de sus tunicas fue borrada poco a poco. En la cueva el olor a humedad, y de la tierra hizo que arrugará su ceño, pero era lo que tenía por los momentos. Sacó un talismán y secó la ropas de Wei Wuxian, solo quedó un poco húmeda, acomodó el cuerpo de Wei Wuxian, lo recostó en la pared fría, se sentó al frente de él, encendió un talismán de fuego e invocó a Wangji, su Guqin.

No sabe cuántas horas duro tocando, las rígidas cuerdas empezaban a desgastarse, sus dedos ya se encontraban todos cortados y la sangre no dejaba de fluir de sus dedos, decir que le dolía era mentira.

Pero el dolor de su corazón era más grande.

Seguía tocando "Claridad" tratando de eliminar toda aquella energía negativa que consumía a su amado, se sentía muy cansado, su energía espiritual empezaba a agotarse.

Tragó una vocanabda de sangre que empezaba a subir por su garganta, sus meridiannos empezaban a sangrar. Miró a Wei Wuxian, este tenía la cabeza un poco de lado mientras sus ojos estaban entre abiertos, su mirada estaba complemente vacía, como si de un cadáver se tratase, podría preocuparse pero el ver cómo su pecho subía y bajaba lo calmaba un poco. Notó como energía resentida lo rodeba, su pecho quemaba por la imágen, algo extraño llegaba a sus oídos, como si de un soplido del viento se tratase, pareciendo que energía negativa le estuviera susurrando a Wei Wuxian, encantadolo para que nunca lo abandonará.

Su ojos empezaron a cristalizarse y en su mente se empezó a proyectar la imagen de un sonriente joven, aquella sonrisa que había despejado sus días grises, aquella sonrisa que lo dejó encantado desde la primera vez que lo vió.

Aquella sonrisa de la que se enamoró.

— Wei Ying —paró por un momento de tocar el guqin y susurró de una manera lastimera, las lágrimas no tardaron de rodar por sus mejillas— ¿Porque... no viniste a mi?

Vio como el Wei lo miraba pero con un brillo hermoso en sus ojos, aquel que lo caracterizaba, observó como una pequeña sonrisa se formaba en sus labios mientras decía 'Lan Zhan' su corazon empezó a latir rápidamente... Parpadeó aturdido cuando vio que eso no era la realidad, seguía en la misma posición de antes, era un cruel producto de su imaginación, el cansancio atribuía a lo que su corazón pedía a gritos.

Apretó sus puños, sacudió la cabeza y volvió a tocar Claridad, los tendones de sus manos flaqueaban haciendo que fallará varias veces, se sentía frustrado, no podía hacer nada bien. Ni siquiera puede tener las fuerzas sufiente para tocar las notas como se debía, era algo tan simple... ¿Cómo podría proteguer a Wei Ying si es tan débil?

— ...dete —escuchó un susurró débil al frente de él, miró en dirección y Wei Ying lo volvió a repetir—... Piérdete... piérdete... ¡Largo! ¡Fuera!

Lan Wangji no sabía cuántas veces su corazón se había roto en ese día.

Wei Wuxian gritaba que se perdiera, que se largara, que se fuera, su garganta empezaba a desgarrarse por sus gritos. Las manos del jade menor empezaron a temblar, con miedo. Su mirada empezó a apagarse, brillando solamente por las lágrimas que estaban en ellos.

— ¡Piérdete! ¡Fue-

— ¡No! —gritó sollozante Lan Wangji— no abandonaré a Wei Ying, protegeré a Wei Ying así sea con mi vida.