Capítulo 1

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Loki está jadiando por aliento.

Se atraganta con el aire como si fuera agua en sus pulmones; se siente tan denso, pesado y espeso. El aire no desea entrar en su cuerpo, se siente como si fuera inyectado hacia adentro gradualmente por una fuerza externa, y es en su quinta respiración que finalmente comienza a sentirse como aire nuevamente.

Respira, estremeciéndose, pero respira.

Abre los ojos con esfuerzo. Se siente frío, más frío que nunca, más frío de lo que creía posible que un Jötunn se sintiera. Sus pestañas están pegadas con escarcha de hielo. Parpadea para aclarar su visión, que tiembla obstinadamente.

Todo lo que puede ver es una forma alta que se cierne sobre él, un rostro del que no necesita vislumbrar los detalles para saber que está preocupado. Loki se relaja, el miedo que le provocó despertar de esa manera se desvanece por el reconocimiento. Seguridad.

"Thor," trata de decir. Su voz suena agrietada y rota, descartada. Emerge como un croar.

"¿Loki?" Hay una urgencia en el tono de su hermano que Loki nunca había escuchado antes, pero Thor siempre ha sido impaciente.

Si Loki tuviera su voz intacta, la haría sonar aguda y mordaz. Traga, su garganta se siente como un desierto. "¿Quién más podría ser?"

Thor hace un ruido estrangulado, mitad risa, mitad algo así como un sollozo. "Ha pasado mucho tiempo, hermano." Su mano se siente cálida, tan cálida, mientras se acomoda en el brazo de Loki y busca guiarlo hacia arriba. "¿Puedes sentarte? Aquí tengo agua."

"Si es que debo," dice Loki, negándose a no estar malhumorado al encontrarse en tal estado. Cada parte de él se siente helada y, por consecuencia, dolorida, como si sus músculos hubieran olvidado cómo funcionar. Su visión se está aclarando lenta pero seguramente. Thor se vuelve más claro en todos sus gloriosos bordes.

Están solos en una habitación con poca luz que tiene todos los adornos que indican que es un laboratorio; Loki está acostado en una mesa alta de metal, como las que podrían usarse para cirugías o la disección de especímenes. Se estremece. Se siente tan frío.

Loki deja que Thor lo siente en la mesa, recuerda cómo levantar la mano, cómo cerrarla alrededor del vaso de agua. Tiene miedo de que el agua se salga de su boca, de que beberla resulte un desafío insuperable, pero al final lo consigue dar unos cuantos sorbos como es debido.

No debería sentirse como un gran logro, pero lo es, y Thor observa el proceso como si fuera el acto más increíble que jamás haya presenciado, por lo que Loki se relaja un poco.

Por un largo momento se permite simplemente estar sentado, respirando, sostenido por Thor a su lado. Entonces Loki dice: "Dime."

"Moriste." Dice Thor, con total naturalidad.

"Ya veo," dice Loki. "Esa parece ser una condición recurrente."

"¿Qué recuerdas?" El tono de Thor es sombrío pero decidido.

Loki lo piensa. Su cerebro - su memoria - está tan en desuso como sus músculos, pero ahora todo él se está descongelando. Se esfuerza por pensar.

Lo ve: el mundo en llamas. Asgard perdido. Muerte por todas partes. Muerte inevitable. El rostro del mal, teñido de un violeta purulento, oscureciendo todo lo demás.

Todo lo demás excepto a Thor: Thor, atado, desesperado, vulnerable, sus ojos suplicando a Loki que no haga lo que Loki está por hacer. Thor, para quien aún queda esperanza. Thor, quien es la esperanza.

"Thanos," susurra Loki. Espontáneamente, su mano vuela hacia su cuello, pero todo está imposiblemente ileso. Él está ileso. Excepto por el haber estado muerto.

The Price   //   ThorkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora