El amor de mi vida

Epílogo

6 Años después

Narra Taehyung

Jungkook y yo ahora vivíamos juntos, teníamos peleas por cosas tontas, como celos, o cosas sin sentido.

Pero nos seguíamos amando como lo hacíamos hace 6 años.

Teníamos planeado casarnos, pero en 1 año, ya que todavía no podíamos, por la universidad y yo por trabajo, si, yo ya había salido de la universidad.

Escuché la puerta abrirse y ví que era Jungkook.

-Amor...

-¿Que pasa? No sueles venir cuando estudias.

-Pero es que no entiendo nada, y tengo que esperar para que me lo expliquen, hasta mañana.

Se sentó en mi regazo y me abrazó escondiendo su cabezita en mi cuello.

-Bebé, si quieres quédate conmigo, no quiero que te estreses por eso, ¿Si?

Besé su cuello y le abrazé por la cintura.

-Pero... Tengo que seguir, no quiero suspender.

-Mi amor, si haces eso te irá peor, y ya no tienes tanto que hacer, entonces no te estreses así por eso.

-Pero-

-Nada de peros, te quedas.

Solo asintió y se separó para que siguiese trabajando.

Amaba a tener a ese chico a mí lado, ese chico era perfecto, era una persona en la que podía confiar ante todo, y la única persona que me apoyó cuando perdí a mi madre... Mi hermano no hizo mucho, ya que él está muy lejos ahora, se fue a los Estados Unidos hace 2 años, y no le veo mucho, así que solo tengo a Jungkook a mi lado.

-Amor, ya me voy, no te sigo molestando.

-Pero no molestas bebé, te quiero a mi lado.- Hice un puchero y le atraje hacia mí.

Le besé y le hice sentarse en mi regazo.

-Pero digas lo que digas voy a estar molestando, así no te vas a concentrar y no quiero que pase nada, mejor me voy y ya.

Le agarré de la cintura y le volví a besar.

-No me molestas para nada, prefiero que estés conmigo.

Le besé para que no hablase, sabía que se iba a quejar.

-Taehy-

Le volví a besar para que se callase y para que se quedase conmigo.

-Tae... En serio, pa-

Y le volví a besar sin hacerle caso.

Sabía que así se tendría que rendir y se tendría que quedar conmigo.

-Amor.- Se alejó para que no alcance a besarle de nuevo. -Déjame ir, ni que fuese difícil.

-Si lo es, no quiero que te vallas, porque... Me siento solo.- Hice puchero y él sonrió.