Prólogo

747 80 4
                                    

Frías eran las calles de Londres, cuando Calum Hood pasaba rápidamente por ellas, pisoteando pequeños charcos de agua. Ni un alma se veía, ni una voz se oía, era tan desértico que Calum podía escuchar su mismo corazón latir.

Tal vez es cuando Calum escucha un grito terrorífico.

Y un grito de ayuda, un llanto y más gritos. Calum comienza a correr, sin mirar atrás, sin saber que pronto se arrepentiría de aquello.


Delilah.



IM BACK BITCHES

delilah • hoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora