Ojos de Caramelo ♡ (Ronance)

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Nancy Wheeler era bastante confiada de sí misma.

Siempre sabía lo que quería y usualmente cómo obtenerlo, ya sea una entrevista para el periódico del colegio o que Mike no la molestará por al menos una semana. 

Pero entonces, ¿Por qué ahora no parecía segura de nada?

Cuando ella y Jonathan hablaron y decidieron dejar las cosas por un tiempo, al menos hasta la universidad o después (Si es que su amor era lo suficientemente fuerte), todo parecía estar bien, tranquilo incluso.

Su amistad tentativa con Steve mejoró al punto en que ambos confiaban en el otro como buenos amigos, y muchos secretos eran contados en las noches en que Steve pasaba por su casa, principalmente para llevarse a Dustin, Will y El, que siempre lograban conseguir otros "5 minutos". A Steve le gustaba hablar de Robin y Eddie, su mejor amiga y el "amigo" que hacía cosas raras en su corazón. 

Nancy no juzga, ella había investigado y estudiado diversos temas, sabía que era algo completamente natural, y aunque no entendía del todo, le gustaba ver a Steve tan feliz. 

La cosa era, que ella también hablaba con Robin en ratos libres, a veces para algunas entrevistas a la banda escolar, otras simplemente por que le gustaba tener alguien con quien quejarse de lo mucho que habla Steve de Eddie y viceversa, y otras porque simplemente le gustaba hablar con ella.

Robin era… Interesante. Una vez no estaba nerviosa y asustada por todo el asunto de los monstruos y por no saber hablar con la gente tan bien, era realmente agradable, algo sarcástica y muy divertida. 

Y a veces, Nancy miraba mucho sus ojos.

Eran de color azul, uno suave y similar al cielo y sus pestañas eran largas, enmarcaron sus ojos bellamente, sus ojos redondos, tan agradables, tan bonitos, le recordaban a un dulce, azucarado y delicioso, uno que esperabas nunca terminará. 

Y despertaba cuando notaba que no estaba escuchándola realmente, pero claro, Robin no se daría cuenta y seguiría quejándose de Steve o Eddie o de los nuevos miembros de la banda. Y estaba bien, no le molestaba a Robin y ella podía continuar escuchando el resto de la conversación con tranquilidad. Pero entonces comenzó a ser demasiado.

Era demasiado regular que se perdiera en sus ojos. Y de repente su mirada bajaba por sus mejillas cubiertas de adorables pecas hasta sus suaves y bonitos labios que simplemente pronunciaban palabras que no entendía del todo. 

Nancy se había vuelto adicta a mirar a Robin, y ni siquiera estaba segura de por qué. Le gustaban los hombres, realmente había querido a Steve y había amado a Jonathan, ¿Entonces por qué…?

Decidió hablar de ello con su otro confidente, Steve Harrington, quien por suerte iba a recoger a los niños ese día. Esperó en su habitación hasta que escuchó su voz, se acercó y lo saludó afectuosamente. 

– ¡Nance! – Correspondió fácilmente al abrazo. – ¿Cómo estás?

– Necesito hablar contigo. – Habló rápido y lo arrastró hacia su habitación. 

Al llegar, cerró la puerta con seguro para estar segura de que nadie escucharía. Steve se sentó en su cama con cuidado, mirándola con atención, probablemente curioso por su comportamiento. 

– ¿Todo está bien…? – Preguntó Steve una vez Nancy se sentó a su lado.

– Yo… ¡No lo sé! – Se lamentó Nancy.

– Woah, ¿Qué pasó? 

– ¿Cómo supiste que eras… Gay? – Preguntó Nancy instantáneamente. 

Steve se mantuvo un momento en silencio, probablemente dándose cuenta de lo que la castaña dijo, su rostro se pintó de rojo y apartó la mirada rápidamente. 

– ¿¡D-de qué hablas!? – Lloriqueo el hombre. 

– Agh, vamos, no es un secreto que tú y Eddie son algo, ¡Estoy segura que hasta Dustin sabe! 

Nancy se sorprendió al verlo así, parecía tímido y vulnerable a diferencia de como era usualmente. Entonces, Steve suspiró y la miró con el rostro aún rojo.

– Yo no… No soy gay, Nance. – Murmuró. 

– No intentes mentirme Harrington.

– ¡No, no lo hago! Escucha… Yo tampoco estaba seguro de qué pasaba… – Suspiró nuevamente. – Hablé con Robin y ella, ¿Ella me dijo que era "bisexual"?

Por supuesto, Robin era la que más sabía de esas cosas, no le sorprendía, Nancy sabía lo inteligente que ella era en realidad.

– ¿"Bisexual"? – Insistió Wheeler.

– ¡Sí! Significa que te gustan dos, hombres y mujeres. – Exclamó Steve, ligeramente más emocionado. – ¿Puedes creerlo? ¡Realmente es algo que puede pasar!

Steve, aparentemente emocionado, continuó divagando de como tener una palabra con la cual definirse le gustaba y lo hacía sentir bien, pero Nancy ya no escuchó. A alguien le pueden gustar ambos, a ella le podían gustar ambos, a ella le gustaban ambos. 

Repentinamente todo tenía sentido. A ella le había gustado Steve y Jonathan, y ahora también le gustaba Robin, y eso estaba bien, y eso era real, Dios, ¡Era real!

– ¿Nance? ¿Nancy? – Susurró Steve cuando notó que ella dejó de prestarle atención. 

– … Steve. – Susurró. – Creo que me gusta Robin…

El silencio reinó por un momento, ella alzó su mirada temerosa de ver la reacción de Steve, pero al ver su obvia emoción pensó lo tonto que era que temiera algo. 

Esa noche comenzaron una tonta planeación para su confesión, planeación que nunca se llevó a cabo pues ella decidió confesarse a Robin fuera de la escuela luego de dos días. 

Ese día muchas cosas pasaron.

Steve ganó 15 dólares tras una apuesta con Eddie.

Eddie perdió horas en un plan que había hecho con Robin.

Robin había llorado lágrimas de felicidad. 

Y Nancy consiguió a una de las mejores novias del mundo.

Al final, ni siquiera les importó ocultarse en sus habitaciones para besarse, o sólo tomarse las manos en la oscuridad del cine, ni siquiera les importó las tontas ideas de Steve de tener citas dobles, lo único que le importaba a Nancy era que finalmente podía adorar esos ojos de caramelo que amaba el tiempo que quisiera.