Quizás de los robots bufones la Luna era la que más se parecía a tí
Moon era sereno, tranquilo, introvertido y le gustaba la calma; perfecto para ser el que se encargara de hacer dormir a los niños
Practicamente te llevabas bien con él, no era encimoso como Sun, ni tan energético, aunque de repente si tenían temas de conversación y hablaban tranquilamente de lo que sea. Algo de lo que Sun estaba celoso, pero nunca lo admitiría en voz alta
Algo más que te gustaba en sí de él es que aparecía cuando las luces se apagaban o bajaban de intensidad; personalmente te gustaba la oscuridad y la preferias por sobre todas esas luces que lastimaban tus ojos
A veces te encontrabas a ti misma observándolo bajo las tenues luces de las "estrellas" de la Daycare y de su propia vestimenta, esas luces le daban un toque místico... No podías evitar notar que todas esas luces en la oscuridad, chocando con su piel blanquecina poseía una belleza extraña... Él era una belleza extraña
Una belleza exótica
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Miraste para otra parte, sentías tus mejillas calientes y tú corazón se había acelerado un poco, pero después de unos momentos volviste a mirarlo. Él estaba arrullando a un niño de como 5 años; ese niño en especial le tenía miedo a la oscuridad, pero le gustaba mucho Moon así que cada vez que era hora de dormir la Luna se acercaba y lo arrullaba, acompañado de su mágica caja de música interior que poseía para ayudarles a los niños a dormir
--Que lindo .-murmuraste a lo bajo para tí.- Él es lindo .-admitiste
Si alguien más te oyera te tacharía de loca, no era la primera vez que alguien estaba en desacuerdo contigo por ser una mujer de gustos exentricos. Obviamente no era tu culpa, simplemente veías belleza en lugares donde la gente no lo veía o solo veía terror
Te levantaste de tu escritorio y empezaste a caminar alrededor de los niños, buscando si uno seguía despierto o en su defecto, tenía una pesadilla
--Mmgj... Ahng... .-oiste unos quejidos, venían de una de las cunas. En la Daycare se permitían niños de 18 meses hasta los 12 años
Era uno de los bebés, en su mameluco tenía su nombre. "Ian" su padre había dicho que últimamente el bebé había tenido problemas para dormir. Ian se movía como si tuviera una pesadilla o estuviera en mala posición y quisiera moverse
La verdad es que no sabías si los bebés podían tener pesadillas, pero de igual forma lo ibas a ayudar
Te acercaste y lo cargaste con cuidado, no estaba del todo despierto pero aún así al sentir tu cuerpo y tu calor se acurrucó en tu pecho buscando refugio. Los soniditos de bebé que hacía te daban ternura
Siempre fuiste muy sensible para los bebés y niños muy chiquitos. Te parecían adorables y muy frágiles, tu instinto maternal se activaba en cuanto los veías. Quizás por eso habías durado tanto en la Daycare a pesar de tu personalidad
