Villano, Por Favor Ve Con Calma

33. Presidente: Pasar la Navidad juntos

Bueno, esta vez, no fue tan fácil. Tenía todas las llaves de la habitación. No creía que Feng Xinglang todavía pudiera hacer una incursión nocturna. 

Sin embargo, Feng Xinglang no lo 'atacó de noche', entró abiertamente a la habitación.

Usando como excusa que no había habitación libre. 

El sistema operativo de la madre Su era que no quería comer la comida para perros de esos dos, así que optó por ignorarlo. 

Feng Xinglang se metió en la cama con Su Bei como deseaba, el cuerpo de Su Bei que estaba en sus brazos estaba totalmente rígido. 

Dijo impotente: "Duerme, no te haré nada". 

Su Bei preguntó con incredulidad: "¿En serio?" 

Feng Xinglang respondió: "Hmm". 

Su Bei finalmente se relajó. De repente pensó en algo. Mirando a Feng Xinglang, preguntó: "¿Me amas?" 

Feng Xinglang no le respondió. Levantó la mano para cubrir los ojos de Su Bei, lo besó en los labios, "Duerme". 

Su Bei apartó la mano de Feng Xinglang y preguntó: "¿Me amas o no?" 

Hubo un momento en que Su Bei se sintió tan melodramático. 

Entonces, ¿quién diablos inventó exactamente este sistema frenético y la misión? ¡Tan torturante! 

Feng Xinglang cerró los ojos, respirando constantemente, con la apariencia de dormir profundamente. 

Su Bei simplemente no creía que estaba dormido. ¡Simplemente 'te amo'! ¿Es tan difícil? 

¿Por qué no puedes decirlo? 

El clima se enfrió y pronto llegó Halloween. 

Incluso el clima frío no puede detener la pasión de las personas por divertirse. 

Su Bei y Feng Xinglang también siguieron la tendencia y se prepararon para Halloween. 

(N/T: Leyendo esto por décima vez me doy cuenta que posiblemente la autora se equivoco aqui y quiso decir Navidad en vez de Halloween, solo hasta ahora me doy cuenta de este error jajajjaj)

Feng Xinglang le dijo a Su Bei que hacía mucho tiempo que no le enviaba flores. 

La forma en que Feng Xinglang dijo esas palabras fue como si fuera un niño agraviado. 

En el pasado, Su Bei nunca podría imaginar que un presidente tan dominante e insípido pudiera ser tan infantil. 

Pero aun así, Su Bei fue a comprar flores y peonías esta vez, porque Feng Xinglang dijo que no le gustaban las rosas. 

¿Ver? Su Bei todavía se preocupaba por Feng Xinglang, con la esperanza de poder tocarlo y luego poder cumplir su misión. 

Uno diría ¿y si no hubiera peonías en la floristería? Eso fue porque no pagaste lo suficiente. 

De todos modos, ahora Su Bei sostenía un ramo de flores de peonía, lista para regresara la villa. 

Tal vez porque esas flores de peonía eran demasiado atractivas, por lo que la tasa de segunda mirada fue del 100%. 

Su Bei, sosteniendo las peonías, fue al garaje. Cuando estaba a punto de abrir la puerta del auto, alguien que venía de la nada lo apuñaló en el abdomen. 

Esas peonías cayeron de las manos de Su Bei y golpearon el suelo. Cubrió su abdomen sangrante, mientras que la persona que lo apuñaló ya se había dado a la fuga. 

Su Bei jadeó debido al gran dolor, marcó 120 con su mano temblorosa. 

Entonces se escuchó la voz familiar de 748: "No tienes remedio. Te quedan tres horas.Por favor, termine la tarea lo antes posible. De lo contrario, serás castigado si fallas". 

La mano de Su Bei tembló y el teléfono cayó al suelo. 

Lo recogió, levantó el ramo de peonías con calma. 

Abrió la puerta, puso en marcha el coche, condujo de vuelta a la villa. 

Un árbol de Navidad con varias baratijas había estado en pie en la villa. 

Vendó la herida sangrante y se sentó en silencio frente a la mesa. 

La comida para llevar que Su Bei había pedido llegó. Arregló todo bien con dificultad y luego esperó a que Feng Xinglang llegara a casa. 

Feng Xinglang no regresó hasta que estuvo completamente oscuro afuera. 

Abrió la puerta y miró hacia la oscura sala de estar, sonriendo suavemente. "¿Por qué no enciendes la luz?" 

Hablando de eso, fue a encender la luz. 

Su Bei abrió la boca y dijo: "No enciendas la luz. Tengamos una cena a la luz de las velas". 

Luego encendió unas velas en la mesa. 

Feng Xinglang miró los platos sobre la mesa. "¿Otro pedido para llevar?" 

Su Bei torció la boca, "Sabes, no puedo cocinar".