Like A Dream

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«En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto».

-Lucio Anneo Séneca

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Hace 4 años

24 de diciembre de 2014. Osaka, Japón.

Desde que llegué a mi tierra natal después de esa gran aventura que tuve en Nueva York, inmediatamente cambié el cable de televisión de mi apartamento para estar al tanto de las noticias de Nueva York. Estaba preocupado por Ash, mi amado, temía que esa pandilla de chinos atentase contra su vida, ¡pero sé que estará bien!

Eran las diez con veintiún minutos de la mañana y, ¡era nochebuena! No podía esperar para hacer una videollamada con mi querido Ash para pasar una hermosa velada a distancia cuando anochezca.

Me serví un café americano y le agregué caramelo liquido tipo cafetería cuyo logo es una sirena con fondo verde, el olor me recordó a él, amargo, pero con un toque dulce... delicado, pero al mismo tiempo imponente; el color del caramelo era casi idéntico al de su dorado y sedoso cabello.

Diez con treinta y cuatro minutos, me quedé embobado durante poco más de diez minutos pensando en él, lo extraño tanto, y eso que no tiene mucho que lo vi. Me dirigí hacía mi sofá y me dejé caer suavemente como los pétalos de los cerezos en primavera. Estiré mi mano perezosamente intentando alcanzar el control de la TV que estaba sobre una mesita de madera oscura, cuando lo tomé entre mis dedos, presioné el botón desgastado de encendido. Busqué el canal de noticias de Nueva York y me detuve ahí; le di un sorbo a mi café cuando la voz de la mujer presentadora en aquel canal de noticias me interrumpió.

Aquellas palabras que salieron de sus labios, aquellas crueles palabras que hicieron que mi corazón diese un vuelco y el tiempo se congelara, esas palabras que quedaron grabadas en mi corazón nunca las olvidaré...

"Se reporta que el pasado sábado 20 del presente mes se encontró el cuerpo sin vida de un joven de aproximadamente 19 años en la biblioteca pública de Nueva York. Presentaba múltiples heridas con arma blanca en el abdomen. La bibliotecaría que estaba de turno esa tarde, vio al joven recostado sobre una de las mesas y pensó que estaba duermiendo. No fue hasta media hora después que se dio cuenta que joven estaba gravemente herido.
Lamentablemente, cuando llegaron los paramédicos, la víctima ya había fallecido. Se seguirá informando en breve".

Me quedé helado, no quería aceptarlo, no era posible... solo habían pasado un par de días desde que lo vi por ultima vez en el aeropuerto de Nueva York; ese día llevaba una gabardina larga color beige, una camiseta negra de invierno y unos pantalones azul marino.

Lágrimas comenzaron a rodar sobre mis mejillas y me comenzaba a faltar el aliento, me levanté como pude y me dirigí a mi balcón. Me senté en una de las sillas que yacían allí y lloré, lloré como nunca.

Si tan solo se hubiera quedado en New York.
Si tan sólo hubiera hecho las cosas distintas desde el principio.
Si tan solo Ash hubiera decidido pedir ayuda.

Me sentía culpable, quería retroceder el tiempo para salvarlo.

-Te lo prometí, ¿no es así? Mi alma siempre está contigo - aquellas palabras le dolían.

-Entonces ¿por qué? Si yo estoy siempre a tu lado, ¿por qué no puedes estar tú en el mío? Es injusto, Ash...- pero solo le habló al viento, nadie estaría para responder a su llamado.


...

Créditos de la imagen a la autora de Banana Fish, Akimi Yoshida.

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