TIEMPOS DE ORO

UNICA PARTE

"Tiempos de oro"
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Centro nacional de inteligencia, CDMX.

Durante cada rincón de aquella institución se veía a bastante personal recorriendo los pasillos algo apresurados, algo que ocurrió de manera repentina los puso a trabajar el doble de rápido.
Mientras tanto, dentro del lugar escoltaban a un hombre, siendo este el jefe del sitio, quien se le informó de lo ocurrido.

—Señor Calderon, al fin llega—decía uno de los trabajadores caminando al lado del mencionado.

—¿Qué ocurrió exactamente?, al grano—pidió con firmeza.

—Si, verá, durante la madrugada nuestros censores comenzaron a detectar algo anormal—comenzó a decir—aún no sabemos qué exactamente, pero estos estaban como locos, presentaron una anomalía.

—¿Ya han comenzado a investigar?—preguntó con su ceño fruncido.

—Por su puesto.

—¿A donde me llevan exactamente?

—Antes que nada, deber ver algo, algo que captó una de nuestras cámaras—respondió mirándolo serio.

Poco después llegaron a la sala de vigilancia donde varias personas más los estaban esperando, todos mirando una pantalla con atención.

—Muy bien, muéstrenme lo que ocurre—les dijo el señor Calderon.

—Aquí, está grabación, miré atentamente—dijo el trabajador de antes, apuntando a la pantalla.

Durante el video solo se podría observar primeramente la vista de una carretera completamente sola, pero de pronto por una fracción de segundos la imagen se vio distorsionada, al poco tiempo después, como si fuera por arte de magia, una persona apareció de pronto, como si hubiera sido empujada cayó al suelo.
Aquellas imágenes eran tanto desconcertantes para los presentes, despertando dudas.

—¿De dónde es esto y quién es ese?—cuestionó Calderon cruzado de brazos.

—Esto se grabó en el estado de Colima, y no se sabe nada de quien aparece.

—Entonces averígüenlo, y atrápenlo para hacerle unas cuentas preguntas—ordenó—de mientras sigan investigando sobre la anomalía.

—¡Si, señor!—respondieron todos.

Mientras los demás se pusieron a trabajar, el hombre se quedó un poco más de tiempo volviendo a mirar el video, con una expresión seria en su rostro.

[...]

Estado de Colima, México.

En estos momentos podemos observar a una persona caminando a lado de una carretera pareciendo algo cansado.
Era un chico de apariencia juvenil, piel parcialmente morena, ojos negros, pelo castaño y algo desordenado, además de poseer perforaciones en sus dos orejas.

—Oh vaya, ¿por qué me tuvo que tocar realizar mi servicio social hasta acá?—decía como queja para después suspirar—pero eso me gano por no inscribirme a tiempo a otra cosa, por suerte al fin son vacaciones de primavera.