"No Hay Salud Sin Dinero"

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Porfavor y Gracias volvían del entierro de Cultura que días atrás había sido asesinada por Modernismo, hecho conocido por todos pero pasado por alto debido a la popularidad y al cariño que todos le tenían a este último, incluso algunos comentaban.

—Cultura ya era una cascarrabias vieja, nadie la echará en falta.

Y así fue, casi nadie quería saber de la difunta, tanto que durante su entierro sólo estuvieron Porfavor y Gracias, Educación también quiso estar presente pero tenía muchas ocupaciones así que quedó en venir a recogerlos después de todo.

Tras el desértico acto fúnebre de Cultura, Porfavor y Gracias se quedaron a esperar a Educación parados en la acera, no pasaron más de quince minutos y esta apareció, aparcó al otro lado de la carretera invitándoles a cruzar.

Porfavor y Gracias estaban a mitad de trayecto cuando apareció Libertinaje conduciendo a toda velocidad, volvía borracho de una fiesta en la que había amanecido junto a Juerga y Dinero, y como consecuencia de su estado turbio acabó atropellando a los dos que por mala suerte se hallaban en su camino en este momento.

Porfavor y Gracias quedaron moribundas a mitad de carretera y a Libertinaje no le importó, siguió conduciendo con la música y la velocidad al límite como si no hubiese pasado nada.

Educación salió corriendo del coche a sacar a sus amigos del medio del asfalto, fue como si en este momento todos hubiesen desaparecido, estaba sola con dos personas moribundas en el suelo.

Tuvo que hacer su mejor esfuerzo para arrastrarlos hasta el coche y subirlos en él, con el corazón de ella palpitando a toda velocidad llevó a sus amigos al hospital donde Salud trataba a los enfermos.

Salud era una mujer de sobresaliente belleza, pero más que por eso, todos la amaban por su don con la medicina, una sonrisa de ella era capaz de anularle el dolor a sus pacientes y no sólo eso, sino que era capaz de dar solución a todas las padencias y devolverle la felicidad a todo aquél que por alguna patología la había perdido, como puede imaginarse cualquiera, en el hospital siempre había gente en busca de su ayuda pero por más sorprendente que parezca, nunca había nadie en espera.

Llegó Educación al hospital con los nervios y la desesperación desbordados pero con algo de consuelo cuando pensaba en que pronto sus queridos amigos estarían como nuevos, pero por desgracia no sabía lo que le esperaba.

Lo primero que llamó su atención fue que desde lejos se divisaba el principio de una cola que venía a limitar en la puerta del hospital, había gente herida y otra convulsionado sin ninguna atención médica, algo que hasta este entonces nunca se había visto en este lugar, un sitio que antes había sido un lugar sagrado que daba consuelo a los enfermos, ahora era un paisaje de desgracia y sufrimiento.

Educación se bajó del coche y confusa se acercó a preguntar qué es lo que pasaba, por suerte para ella el último de la fila era Desgraciado, un individuo que parecía ser poseedor de toda clase de desgracias, un hecho que como es de esperar le hacía frecuentar el hospital, siempre había sido de los que llegaban primeros cuando eso no tenía importancia, pero por desgracia ahora que ya no eran atendidos todos al mismo tiempo no paraba de llegar el último.

Desgraciado al frecuentar el hospital casi se sabía todo lo que en él acontecía, si querías saber algo de este lugar no había nadie mejor al que preguntar y Educación lo sabía, así que se acercó a él y dijo:

—Hola Desgraciado, por favor ¿puede usted explicarme lo que está pasando?— Pregunta a la que este le respondió diciendo:

—Señora, usted es consciente de que Salud siempre ha sido una de las mujeres más anheladas y amadas de todo el país ¿verdad?

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