El País De Las Personificaciones

"El Beneficio Del Altruismo"

En medio de su crisis Educación se acordó de las hermanas Caridad y Benevolencia, ellas, aunque no eran tan buenas con la medicina como lo era Salud, Educación sabía que harían todo lo posible para salvar a sus amigos, además no había muchas opciones entre las que elegir así que no tuvo que pensárselo demasiado tras haberlas recordado, pero de la posible solución surgieron otras preguntas:

¿Dónde se podía encontrar a Caridad y a Benevolencia?, ¿Dónde vivían?

Educación era incapaz de responder para sí esas preguntas que su mente planteaba, esta complicada situación hizo que la llama de esperanza que se había prendido en ella menguara lentamente aunque no del todo.

Tras verse atrapada por estas dudas, frenó el coche para concentrarse en encontrar una solución, sus amigos estaban en un estado grave y era peligroso seguir pensando mientras conducía sin dirección.
Tras haber aparcado bien el vehículo, Educación respiró hondo y se dijo a sí misma —todo estará bien, sólo debes recordar de dónde las conoces—, relajó su mente y en este momento le vino un viejo recuerdo de su adolescencia:

Se acordó de aquella calurosa tarde en la época de sequía, en la que se encontraba sentada bajo la sombra del aquél gigantesco árbol de mango, ella y sus dos amigos Porfavor y Gracias, estaba Cultura con ellos, soplaba una brisa agradable y la vieja y ahora difunta Cultura se encontraba dándoles una charla sobre los cambios que habían acontecido a lo largo de la historia de su sociedad, estas charlas les eran muy intrigantes a los tres amigos así que permanecían atentos a cada palabra que ella decía y formulanban las dudas que se les venían a lo largo de la misma.

Entre las dudas que surgieron durante la charla Educación centró su memoria destacando aquella que fue formulada por Porfavor en la que se preguntaba si era verdad eso que decía la gente sobre que "nadie hace algo por nada".

Cultura sintió gran interés por la pregunta, se le notó cuando dejó escapar una sonrisa como un reflejo de su buena impresión, tras eso procedió a decir, —para responder a tu pregunta de forma que me entiendas plenamente, te contaré sobre otro gran cambio que conoció nuestra sociedad.

Hace muchos años atrás, cuando la capital de nuestro país era La ciudad de la Entereza, una de las familias más respetadas era la de Altruismo y Empatía, padres de Caridad y Benevolencia, esta familia destacaba por ofrecer ayuda y apoyo a quién la necesitara sin pedir ningún tipo de pago a cambio, sabían entender y ponerse en lugar de otros, siempre amables, siempre hospitalarios, fueron tan admirados por esa forma de ser que todos empezaron a seguir su ejemplo, el hecho de poder ayudar a otros era un gusto que cualquiera quería darse, la gente era más grata y solidaria, fueron años de mucha paz.

El rostro de Cultura se veía nostálgico, como recordando cosas agradables mientras hablaba de aquellos años de paz y armonía social, pero después cambió a uno más triste cuando siguió diciendo:

—Todo cambió cuando llegaron aquellos dos hermanos, nadie los había visto antes, perecían proceder de algun lugar remoto y traían con ellos una gran carga guardada en bolsas enormes, al percatarse los habitantes de La ciudad de la Entereza se acercaron a interesarse y tras reunirse alrededor de aquellos dos hermanos estos se presentaron como Interés y Egoísmo, expusieron su carga abriendo aquellas enormes bolsas y resultó ser que lo que llevaban en ellas eran prendas y una gran variedad de otros objetos atractivos a casi todos, como condición para conseguir algo de lo que ellos habían expuesto tenías que pagarles con otro objeto o servicio de valor equivalente o superior (si el objeto era muy demandado); con el paso del tiempo los dos hermanos se hicieron más ricos y poderosos, hecho que hizo que se extendiera su filosofía de vida, "maximizar el beneficio y gastar todo lo menos que te sea posible sólo si te genera más beneficio", decían que quienes ayudaban al prójimo sin ninguna compensación económica o servicio de igual valor eran unos distraídos, ingenuos y despistados que no podrían llegar a ser más de lo que ya eran sino todo lo contrario, porque se dejaban engañar por oportunistas y gorrones que se aprovechaban de sus principios morales para ganar favores sin ningún coste.