La bolsita llorona se convirtió en el horno del diablo

77 El cumpleaños de Zhemo

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Xiao Su quería quitarle la bola de la lámpara rota y desfigurada, pero Zhao Yan lo retuvo y se negó. dejar ir.

"Dámelo", Xiao Su intensificó ligeramente su tono, "Los bordes rotos son afilados, ten cuidado de cortarte".

Solo entonces Zhao Yan soltó los brazos y se secó las lágrimas de la cara con las mangas.

"Qué pasa", Xiao Su tomó la bola de la lámpara y miró a Zhaoyan, "Compré una pelota y lloré así". 

"Resulta que está bien", Zhaoyan se atragantó con los ojos rojos, volvió la cabeza y señaló. a la persona que fue atrapada hace un momento. Golpea el lugar, "Entonces, alguien golpeó mi hombro, mi pelota, cayó..."

"¿Quién te golpeó?" La cara de Xiao Su se hundió, "Te devolveré el golpe".

Zhao Yan Sacudió la cabeza y chupó Sniffing: "No lo hizo, no lo hizo a propósito ..."

Xiao Su arrojó la bola de la lámpara a un lado, puso el paquete de azúcar detrás de la palma de Zhao Yan, se frotó la cabeza y lo consoló: "Don No llores, esta deidad te llevará allí. Compra dos".

"Sí". Todavía había lágrimas en sus ojos y su visión estaba borrosa, pero Zhao Yan ya se había extendido para abrir el paquete de dulces, y mientras estaba sollozando, no se olvidó de ponerse uno en la boca, "Sí, compre uno nuevo"

Xiao Su miró con su apariencia, angustiada y divertida. Agarró los hombros de Zhaoyan, envolvió al hombre en sus brazos y bromeó: "Esta deidad pensó que otros te engañaron, tomó dinero para hacer buenas obras y regresó a cambio de dos bolas rotas".

Aún más poderoso, estaba sosteniendo azúcar, y su voz era vaga y ronca: "No soy estúpido..."

"Je". Los labios de Xiao Su estallaron en una sonrisa, extendió la mano para limpiar las lágrimas de la esquina de los ojos del otro, y dijo impotente: "Míralo. Es tan estúpido y lamentable. "

Zhao Yan le dio a Xiao Su una mirada triste.

Xiao Su no pudo contenerse y lo besó en la frente como si no hubiera nadie más allí.

Luego se metieron entre la multitud, hurgando en una pila de linternas para encontrar lo que le gustaba a Zhao Yan.

Después de que se liquidó la factura, Zhao Yan no solo sostuvo dos nuevas bolas en sus brazos, sino también varias hermosas linternas de río.

La sonrisa volvió a sus ojos, Zhao Yan miró el perfil de Xiao Su y se sintió increíble.

La persona frente a él es un Demonio Venerable que puede destruir el mundo con un solo pensamiento.

Pero justo ahora, este Demonio Venerable hizo caso omiso de su estatus noble, lo llevó a llenar la tienda y le pagó para que comprara bolas de linterna.

Zhaoyan sintió como si hubiera llevado al hijo del emperador al ruidoso mercado, o tirado al inmaculado inmortal del cielo al suelo, y accidentalmente ensuciado sus mangas con el mundo.

Zhao Yan se sintió un poco triste en su corazón, pero por otro lado, quería reírse felizmente.

Porque sintió el amor de Xiao Su por él.

Tan intenso.

Mucho calor.

Zhao Yan se conmovió con los ojos rojos, y cuando Xiao Su volvió a tomar sus hombros, rápidamente besó la barbilla de Xiao Su para expresar su gratitud.