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Impuntualidad, ese jodido hábito que tenía la gente por llegar tarde a todos los lugares. Jungkook conocía esa palabra perfectamente, con la camisa con manchas de su café matutino y mal puesta, llegaba tarde al compromiso que tenía.

-Maldito despertador.

Sus pasos eran algo torpes y rápidos, en definitiva su padre lo asesinaría. Tomó aquel elevador que lo llevaba a la oficina de su progenitor y en cuanto vio a su secretaria nerviosa, supo que estaba acabado.

Vio a la gente salir de la sala de reuniones que estaba del otro lado, había llegado tarde y la reunión con los accionistas había terminado.

-Mierda.

Lo vio salir y trago saliva con dificultad, esa mirada seria detonaba que no le gritaba para no manchar la reputación padre e hijo frente aquellas personas.

-A mi oficina, Jungkook.

Aquel chico con la cabeza gacha entró resignado, su padre quería que él mantuviera la empresa de la cadena de hotelería y bares más importante de todo el país, Jungkook solo quería escribir y cantar. Sus pensamientos eran completamente lo opuesto.

Había terminado la carrera en administración de empresas, sin embargo; ni siquiera tenía el conocimiento de la mitad de su carrera porque no le interesaba. Conocía lo básico solamente, incluso su padre quería meterlo a la carrera de derecho para que se especializara en la rama corporativa.

Se sentía tan presionado.

-¿Cuándo será el día en que dejes de llegar tarde?

No obtuvo respuesta.

-Hoy la reunión fue bastante pesada, fue difícil cerrar trato con aquellos accionistas, se negaban a recibir la parte acordada. ¿Qué vas a hacer cuando seas dueño de todo esto? Ni siquiera estas en las reuniones para observar, no trabajas.

-Padre, recién termine la carrera.

-¡No es excusa Jeon Jungkook!

El grito se pudo escuchar afuera de la oficina, eso lo podía asegurar el pelinegro.

-Si sigues así, el puesto se lo daré a tu hermano.

-¡Pues dáselo! No lo pienses ni un poco, estoy seguro de que él ha estado acechando aquel puesto tal cual depredador-soltó- No necesito un puesto como CEO, no necesito tu dinero.

Bueno, tal vez si necesitaba el dinero de su padre, pero estaba harto de no hacer lo que él amaba. Su familia se había dedicado desde siempre a este negocio, él no quería eso.

-Puedo dejarte sin un peso, Jungkook. Si decides renunciar a este puesto dejarás de tener mi apoyo económico.

Jungkook se paró y mientras tenía la mirada en alto sonrió. Abrió su cartera y saco toda aquella tarjeta que le pertenecía a su papá. Las tiró sobre la mesa y se dio la vuelta.

-Si depender de ti es hacer algo que no quiero, prefiero morirme de hambre.

El pelinegro salió azotando la puerta y observó a aquella gente que era más que claro que escuchó la conversación. En el momento en que se metió al ascensor y las puertas se cerraron se tocó en la parte en donde se encontraba su corazón.

-Bastardo loco, que acabas de hacer-se regañaba a si mismo mientras se jalaba el pelo-Joder Jungkook mantén tu bocota cerrada.

Si analizaba bien, acaba de pasar de ser millonario a un graduado sin dinero ni empleo. Las puertas se abrieron nuevamente y él volvió a su postura despreocupada. Entró un sujeto que jamás había visto en su vida, su porte era intimidante, vestía formal y todo de negro, en su cuello sobresalía un tatuaje. Sumamente dominante.

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2022 ⏰

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MISERY °TAEKOOK°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora