¡BAKA!

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Beomgyu ya no tenía más ideas para hacerle saber a Yeonjun que le gustaba más que como un simple amigo, había intentado de todo: indirectas, mensajes "subliminales", y hasta decírselo directamente a través de un tercero, parecía que no podía hablar coreano, y si, ya lo había intentado decir en inglés y nada ocurrió después de eso, ¿Debería intentar código morse? Ya lo había pensado.

Las vacaciones de verano comenzarían pronto, en una semana para ser precisos, Beomgyu pensaba sentado en su escritorio mientras golpeaba la mesa con un lápiz creando una especie de ritmo, nunca había pensado que Yeonjun, su hyung, fuera tan tonto como para no entender ninguna de sus indirectas directas, comenzaba a aburrirse de intentar pero quería decirle lo mucho que lo quería y la forma en la que lo quería.

"Tic, toc, tic, toc..."

El sonido del reloj que colgaba en la pared del aula era lo único que se escuchaba, los golpecitos que Beomgyu daba en el escritorio se mezclaban y perdían con el ruidoso reloj, sacó su teléfono para poner algo de música percatándose de que tenia un mensaje de Yeonjun, rodó los ojos y bloqueó su teléfono, ahora no quería saber nada de él, no hasta que pudiera inventarse una forma de decirle lo mucho que lo quería, una forma que entendiera, pero ya no se le ocurría nada.

Chasqueó la lengua, se había rendido por hoy, tal ves mañana tendría más suerte.

Guardó sus cosas y salió del aula cuando la campana sonó, cubrió sus oídos hasta que el sonido parase y continuó con su camino. Su teléfono comenzó a sonar con fuerza, Beomgyu ya se imaginaba quien era así que decidió ignorarlo por completo e ir a la cafetería a comer algo, llevaba alrededor de tres horas dándole vueltas al asunto, ya eran más de las 4 de la tarde.

Mientras bajaba las escaleras su teléfono comenzó a sonar de nuevo, esta ves, Beomgyu lo sacó de su bolsillo y miró la pantalla con una idea de quien podría ser, y como si fuera adivino dio en el blanco, Yeonjun le había enviado unos 50 mensajes, abrió la aplicación y comenzó a leer cada uno de ellos sin mucho esfuerzo.

Pero hubo un mensaje que llamó su atención: "Necesito que vengas a la cafetería, es urgente!!"

Vaya coincidencia, Beomgyu arqueó una ceja mientras reía, bajo las escaleras con más prisa y fue hasta la cafetería donde, efectivamente, Yeonjun esperaba por él sentado sobre una mesa, no había ningún alumno o profesor cerca, la hora del almuerzo ya había pasado.

—Dime que es importante. —dijo Beomgyu acercándose.

—Oh, si que lo es. —respondió Yeonjun. —¿Por qué no respondes mis mensajes?

—¿Eso es lo que me quieres decir? —respondió cruzando los brazos.

—No se vale responder con otra pregunta a una pregunta. —exclamó el mayor imitándolo.

—Mh hm, ok. —dijo. —Dime lo que tengas que decirme.

—Así está mejor. —sonrió. —Bueno, como decía, quiero saber por qué dices tanto que te gusto si ya lo sé.

Beomgyu abrió la boca sorprendido, incrédulo, ¿Había escuchado bien? Yeonjun lo miraba intrigado esperando su respuesta, el menor no podía creer lo que había escuchado, tan sorprendido estaba que comenzó a balbucear.

—P-pero... yo... ya... umm... ¿Huh?

—Si. —respondió. —Ya lo sé, me lo dices todo el tiempo, también me agradas, por algo somos amigos ¿No?

Beomgyu sintió a su corazón caerse hasta su estómago por un segundo, cubrió su rostro con ambas manos y negó con la cabeza mientras Yeonjun lo miraba confundido.

—¿En serio? —preguntó Beomgyu mientras lo miraba de nuevo.

—¿Qué? —cuestionó el mayor.

—Hyung, he estado intentando decirte que me gustas de verdad por toda la semana, no como amigo, me gustas de verdad, ósea; estoy... enamorado de ti... —dijo bajando la voz en esa última frase.

Yeonjun rio, el menor lo miró confundido y asustado, ¿Lo iba a rechazar? ¿O burlar? ¿Humillar? No entendía a qué se debía aquella risa tonta, se miraron.

—Por fin lo dices correctamente. —Beomgyu frunció el ceño aún más confundido. —Si no aprendes a ser directo nadie te va a entender, tienes que hablar con claridad, ¿Hm?

—A-ah... pero...

—Ya deja de intentar hablar. —volvió a reírse.

Beomgyu intentaba procesar lo que había acabado de pasar, tanto fue así que ni siquiera se dio cuenta de que Yeonjun plantó un beso en su mejilla y se fue caminando tranquilamente de allí, no sin antes dejar en su bolsillo un pequeño papel con su número de teléfono y un mensaje escrito en él:

"¿Ahora quién es el tonto?"

E N D

* * *

HOLA BUENAAAAAAAAS *le abuchean*

Pasando a dejar este cuento improvisado jeje, es una pequeña señal de que sigo viva uwu, gracias por leer 💙

¡BAKA! // YeonGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora