Malentendidos

única parte

Nunca sé lo dedico a alguien.
Pero le Sre. Dixiembre me a dicho que le encantan este tipo de historias.

Ian respira hondo, tratando sin éxito de frenar su acelerado corazón.

No ha vuelto aquí desde la última vez que dejó de tomar sus medicamentos y todo lo demás se derrumbó a su alrededor.

Nunca renunció oficialmente y no recuerda haber sido despedido. Simplemente dejó de ir a trabajar y dejaron de pagarle.

Y luego pensó que Dios le estaba hablando a él, así que en ese momento nada más importaba.

Después de declararse culpable, pensó que había arruinado sus posibilidades de volver a trabajar como técnico de emergencias médicas.

La estafa del seguro con Paula fue una broma cruel, como si estuviera tan cerca de recuperar el trabajo que amaba, pero sin todas las cosas que amaba de él.

Por muy enfermizo que parezca, la muerte de Paula podría haber sido una de las mejores cosas que le hayan pasado. No solo puso en marcha la cadena de eventos que lo llevaron a casarse con Mickey, sino que lo convirtió en pupilo del oficial de libertad condicional Larry Seaver, quizás el único oficial de policía en todo el estado de Illinois que realmente se preocupaba por sus personas en libertad condicional.

Mickey hablaba mucho sobre cómo odiaba compartir sus sentimientos, pero sabía tan bien como Ian lo afortunados que eran después del espectáculo de mierda que había sido Paula.

Seaver trabajó duro para ayudar a sus personas en libertad condicional a recuperarse. Después de su primera reunión con Ian, notablemente similar a una sesión de terapia, y después de revisar a fondo el papeleo de Ian, Larry le informó a Ian que pensaba que podría recuperar el antiguo trabajo de EMT de Ian.

Ian no quería creerle, y no quería hacerse ilusiones. De hecho, permaneció pesimista hasta que recibió un correo electrónico de Sue, su antigua compañera de trabajo convertida en supervisora, informándole que lo invitaron nuevamente como EMT por un período de prueba y si podía demostrar que era estable y capaz de manejar el trabajo sería contratado a tiempo completo.

Tuvo que leerlo varias veces antes de darse cuenta de lo que significaba.

Ian no sabe qué hizo o dijo Larry para conseguirle un trabajo que técnicamente no se le permitió tener con un delito grave en su registro, pero lo hizo.

Así que aquí está Ian, fuera de la estación en la que solía trabajar, y ahora lo hace de nuevo, aterrorizado de cruzar la puerta.

Han pasado casi dos años y las cosas ciertamente han cambiado.

Además, Ian no sabe cómo enfrentarse a Sue. Recuerda su amabilidad hacia él y su orgullo por cómo había crecido antes de que todo se fuera a la mierda. Pero él no recuerda cómo terminaron las cosas con ella. Un día ella estaba en su vida y al día siguiente ya no.

Y ahora ella es su jefa.

Una última respiración profunda y se está forzando a sí mismo a través de las puertas hacia el área común.

Hay una chica que no reconoce apoyada en el mostrador tomando café, y un hombre al que solo recuerda vagamente haber ayudado cuando era novato de pie con ella conversando en voz baja.

Y allí está Sue sentada a la mesa leyendo un periódico.

Ella mira hacia arriba al escuchar su acercamiento y sonríe de oreja a oreja antes de saltar y envolverlo en un abrazo.