Cuarentena psicótica

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Después de que nuestro protagonista fuera llevado a las "cajas" por Valentine, encerrándolo en una especie de celda de metal, la anestesia que tenia en su cuerpo ya estaba dejando de surtir efecto al cabo del siguiente día, Tom en una camilla empezaría a abrir los ojos tomando algo de conciencia en el entorno, limpiándose las costras del ojo este se levanto algo cansado por todo lo que había pasado ayer, miraba su mano la cual habían lastimado, esta estaba cubierta con vendajes el cual amortiguaban el dolor punzante de su palma,  se alegraba de haber pasado ya por todo eso y tomar un respiro.

Tom: mierda... me duele todo el cuerpo, vamos párate, tu puedes ahgggg...

con los esfuerzos que le quedaban pudo levantarse apenas y poder recorrer ese espacio limitado en el que estaba, Tom miraría sus alrededores para ver que había adentro de su celda, las luces eran tenues y blancas encontrándose en las laterales superiores, una camilla y en las esquinas tenían agujeros los cuales no tenían propósito aparente mas que ver lo que había en los lados y la puerta de metal tenia una especie de barandilla pequeña el cual se podía jalar la puerta desde ahí y en la parte superior tenia unas rejillas el cual no se podía mirar el exterior ya que estaba tapada por un pedazo de metal, en la parte inferior se encontraba un rectángulo el cual serbia para entregar alguna que otra cosa, de repente Tom escucharía ruidos provenientes al otro lado, viendo como en las rejillas se verían unos ojos de algún científico intentando llamar su atención hablándole

desconocido: oye tu 6818, no te quedes hay y ven a buscar tu comida, que molestia, tenias que ser el nuevo

de pronto la parte inferior de la puerta se abriría y le entregaría un sándwich , Tom se acercaría con prisa ya que el hambre ya lo estaba matando, agarrando en sándwich y comérselo, agradeciendo con la boca llena

Tom: gracias...

empleado: como empleado es mi trabajo, no lo agradezcas...

el desconocido de la puerta se iría dejando las rejillas con vista al exterior, Tom con curiosidad miraría a través de las rejas, estaban llenas de puertas con números y otras tenían una vitrina para ver a los otros que se encontraban ahí, era una especie de prisión de alta seguridad la cual no podía escapar , lo único que podía hacer Tom era esperar hasta que algo ocurriera y con solo pensarlo lo ponía ansioso

Tom: no puedo con esto... que le pasara a mi familia... mis amigos... ya no tengo nada, solo a mi

Mientras Tom se lamentaba y pensaba lo peor que le podía pasar en cualquier instante en su celda, era incluso lo mejor que podía hacer, pasaban las horas, Tom caminaba de lado a lado hablando consigo mismo en su mente, reflexionando sobre su pasado y poder procesar lo que le había pasado en la noche anterior, luego de caminar en circulos se subiría a la camilla y miraría a través de los agujeros en las esquinas para ver que había en los lados de su celda, en el de la derecha se veía una especie de bestia canina algo grande aunque no se notaba mucho ya que ese hueco era mas pequeño, Tom al bajarse de la camilla intentaría mirar el otro agujero pero no tenia el porte suficiente para llegar, hasta que en esa esquina se había encontrado un inodoro que no había notado antes por tener el mismo color de las paredes, este se subiría en ella logrando ver el otro lado, se encontraría con alguien gordo quien tenia unas púas en la cabeza, era de color rojo y era algo imponente, y por lo que se veía en su celda también habían científicos realizando algunos chequeos, por desgracia uno de los científicos observaría a Tom husmeando, subiéndose en una banca y molestarlo con una especie de tiza con un palo, como reacción Tom tomo el pedazo de tiza logrando llevárselo y cayéndose en el proceso golpeándose en la espalda , por lo menos ahora tenia algo con que entretenerse mientras los científicos del otro lado estaban molestos por tal imprudencia diciendo alguna que otra grosería 

Pesadillas en new meridian (skullgirls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora