El rey demonio y yo

La promesa del rey demonio

Después de aquella noche larga y muy satisfactoria, el rey demonio había dejado exhausta aquella joven bruja después de deleitarse con su cuerpo este procedía a dejarla recostada en su cama, tapando la con una suave sábana, mientras acariciaba su cabello con suavidad mirándola dormir plácidamente este sonrreia de forma ladina ya qué su deceo se había cumplido

"Vaya pequeña bruja eres increíble, apartir de hoy serás solo mía y no dejaré que nadie más te toqué"
Al decir aquellas palabras se levantaba de la cama y tomaba asiento en un sillón cercano, mientras seguía observando como aquella bruja dormía, al poco rato el sol comenzó a salir y la bruja por los rayos del sol fue abriendo delicadamente los ojos puesto que casi no recordaba que había pasado la noche anterior, al darse cuenta que se encontraba en la cama de su amigo y no tenía ropa su rostro de pintaba de un rojizo por todos lados tapándose la cara con la sábana sin saber que está era observada..

"Que diablos hice anoche, a... acaso lo hice con el, acaso ya sabe lo que siento por el..."
Si cabeza llena de condición y una risa que delataba que no se encontraba sola en la habitación, la está destapar su cara se daba cuenta que el rey demonio aún seguía presente en el cuerpo de su mejor amigo.
"Vaya pequeña bruja si que eres deliciosa y tremenda, eres una locura en la cama"
Tras decir esto se acercaba aquella bruja destapando le la cara mientras se colocaba nuevamente encima de ella
"No...no digas tonterías....y a dónde se fue Aiden?"
Preguntaba con un rojizo muy marcado en sus rostro
"No te preocupes preciosa el está deleitado por la noche que nos hiciste pasar"
Decía mientras sonrreia por lo que acababa de decir
"Vamos pequeña quiero saborear te una vez más"
Susurraba a su oído mientras esté bajaba hasta quedar su cara entre sus piernas y abrirlas de golpe
"Quiero probar tu elixir, acaso me lo negarás"
Procedía abrir con delicadeza las piernas de la joven mientras daba pequeñas mordidas en sus muslos y su intimidad de está se iba húmedo nuevamente, al tratar de ella cerrar las piernas el nuevamente las volvía abrir
"Vamos no tengas miedo solo quiero probarte, dicen que las brujas saben deliciosas"
Al momento que le abría las piernas una vez más comenzaba a pasear su lengua por aquella intimidad de la joven mientras está se tapaba la boca para no soltar ningún gritó fuerte
"_ahhh!! Vamos...n..no hagas eso_"
La joven arqueaba su espalda dejando de llevar cada vez más por ese delicioso momento con cada lamida y mordida este la hacía arquearse más
"Te está gustando verdad mi pequeña bruja"
Aquella chica se retorcía de placer sintiendo cada vez más la lengua del rey demonio, cuando esté de la nada comenzó a introducir en su intimidad un dedo, haciendo que está se retorciera más dando se cuenta lo mojada y excitada que se encontraba para este introducir otro dedo mas, al momento que comenzaba hacer movimientos lentos de penetración,al mismo tiempo que lamía su intimidad y clítoris con ella
"Vamos pequeña déjame probar ese delicioso sabor"
Mientras la joven no paraba de retorcerse y disfrutar sabiendo que lo estaba haciendo genial, ella sabía que estaba apunto de llegar su clímax pero el rey demonio no la dejaría tan fácilmente
"P... porfavor para s.. si sigues así no aguantaré más"
Este hacía movimientos más rápidos y excitantes al grado que la joven chica no pudo aguantar más
"_ahhhh!!! Por dios detente_"
Al sentir que explotaba ese manjar que tanto estaba pidiendo el rey demonio colocaba a su boca en la entrada de la intimidad de ella deleitando aquel fluido tan delicioso que la joven había dejado escapar
"_L...lo siento no pude aguantar más_"
El rey demonio salía de las sábanas lamiéndose los dedos al disfrutar que aún quedaba ese jugo delicioso que la joven había derramado, con la cara roja este subía a ella y comenzaba a besarla apasionadamente

"Pequeña bruja apartir de hoy serás solo mía y de nadie más, no dejaré que ningún ser humano te toque jamás eres mía y de Aiden entendiste"
Decía sin titubear mientras aquella bruja no comprendía que era lo que estaba pasando ni porque estaba pasando