Fluke creía que su vida iba a estar en total calma tras contraer matrimonio con Ohm Thitiwat; Ohm era cómo aquello que siempre soño, tal vez las cosas no habían sucedido de la manera en que el lo esperaba, pero estaba contento con su vida.
Se conocieron una noche de invierno, el trabajaba en ese entonces en un pequeño local de postres dónde Ohm llegó empapado en lluvia, temblando y pidiendo un café latte y un pedazo de pastel de nuez y coco.
A ese punto todo fue normal; constantemente Ohm visitaba la cafetería ya sea por las mañanas, siempre haciendo un cambio a su pedido y sacándole a Fluke una linda sonrisa.
Cuando comenzaron a salir, tras varios meses en los que Ohm insistió en una cita, al final, Fluke terminó por aceptar. Un paseo por un mirador, una cena en un restaurante hasta llegar a un viaje a las islas.
Largos meses de felicidad que se vieron interrumpidos cuando Gihan, el en ese entonces esposo y casi ex de Ohm, llegó a su puerta a llenarlo de una sarta de insultos cuando el ni si quiera sabía que su novio estaba casado, o mejor aún, que estaba en pleno trámite de divorcio.
Y no le vio lo malo, la verdad es que no lo hizo, si había trámites y Gihan solo debía firmar los papeles pero prefería hacer largo el proceso y hacerlo todo más complicado, el único problema o inconveniente fue que Ohm no le contara que se estaba separando.
Aún así, para ese momento, lo único que hizo fue correr a Gihan puesto que estaba haciendo un alboroto y su hija, Hisu, estaba asustada tras la puerta llorando mares.
Eso fue un poco del pasado, Fluke aún recuerda claramente la mirada enfadada de Gihan y su ojos llorosos, también sus mejillas rojas y como en un arranque este mismo le soltó una bofetada en la puerta de su casa.
Detalles.
Su presente, a comparación de lo que creía, estaba siendo más complicado de lo que llegó a imaginarlo. Sabía lo que era tener un ex, el mismo tenía dos. El padre de su hija Hisu y su primer esposo, ambos dos locos dementes de los que tuve que soltarse para encontrarse a si mismo una vez más.
Tener que lidiar con Saint, era como lidiar con Gihan unas cuatro veces más.
El castaño, cuando estaban a solas, no dejaba de llamarlo de maneras ofensivas o hirientes, solía hablar de él en todo momento y parecía ser que su nombre siempre era dicho con el veneno de una víbora.
Su nombre siempre estaba en boca de Saint, así fueses para insultarlo de manera denigrantes o hiriente, hacer cometarios con respecto a su tranquila forma de vestir sin elegancia o gracia, y también para recordarle cada segundo que su hija no era hija de Ohm.
Bien, Saint era un chico castaño muy bonito; una confesión que no se negaría a soltar. Siempre estaba bien vestido, arreglado, maquillado, peinado y bien perfumado. Tenía tres hijos que compartía con Ohm, los trillizos Hyo, Hye y Han.
Los tres eran niños adorables, muy lindos. Fluke amaba que los tres menores siempre le acompañarán en la cocina o llenaran de comentarios lindos sus postres. Parecía que Saint lo odiaba a más no poder, pero pese a esto, en secreto, sus hijos siempre estaban con el pidiendo ya sea un abrazo, un dulce o solo un poco de amor de su parte.
—Hyo, cariño, trae la miel— Fluke pidió con amabilidad y una dulce sonrisa al niño
El pequeño enseguida cumplió con lo dicho, con ayuda de sus dos hermanos y los tres se encaminaron hasta Fluke con una gran sonrisa.
—Papá se enojara mucho—fue el bajo murmuro de Han, que hizo un puchero con sus labios y luego comenzó a llorar
—No lo digas Han, papá no lo va a saber— chilló bajito Hye, cubriendo la boca de su hermano con su mano
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Marriage •❀• OhmFluke
FanfictionEs el cuarto esposo y en realidad no tiene problemas con ello. Su único problema son las constantes peleas con los ex-esposos. × OhmFluke. × Mención de Ohm por x personaje. • Se prohíben las copias y/o adaptaciones. × Correcciones de ortografía desp...