PRIMERA PARTE
La gente dormía sin saber que algo estaba por venir. Un hombre colgado de una cabina de policía de los años sesenta, con un destornillador en la boca, trataba de entrar en ella mientras sobrevolaba Londres, a punto de chocarse con el Big Ben, consiguió estabilizarla y cambiar de rumbo a tiempo. Por dentro todo era un caos, la Tardis ardía en su interior, había humo y chispas por todas partes, el Doctor, con gran esfuerzo, logró subir y cerró la puerta aliviado.
Entretanto la oscuridad era notable en Leadworth, Inglaterra. El viento soplaba como una suave brisa y todo estaba en calma. Una niña pelirroja de unos 7 años de edad, agachada con los codos sobre su cama y los ojos cerrados decía:
-Querido santa, gracias por las muñecas, los lápices y el pez. Es pascua ahora espero no haberte despertado, pero, para ser sincera es una emergencia. Hay una grieta en mi pared. -miró preocupada hacia ella- Aunque, la tía Sharon dice que es una grieta ordinaria pero, yo sé que no porque, por la noche oigo voces. Así que, por favor... ¿Puedes mandar a alguien a arreglarla? O a un policía, o... -Algo se oyó en el jardín que llamó su atención, como si algo hubiese chocado con el suelo y un sonido chirriante.- Ahora vuelvo. -Dijo levantándose y cogiendo su linterna para acercarse a mirar por a ventana, allí vio la Tardis, tumbada boca arriba, echando humo y su jardín destrozado por el impacto.
-Gracias Santa. -Sonrió y decidió bajar esperando que Santa Claus le hubiese mandado a alguien para arreglar la grieta en su pared.
Se calzó las botas, se puso una chaqueta roja, salió con la linterna y avanzó despacio en la oscuridad. A través de los arboles encontró aquella caja azul extraña, venida del cielo. Las puertas se abrieron y alguien lanzó una cuerda con un anclote en el extremo, apareció un hombre empapado que aparentaba tener unos 26 aunque probablemente tenía más de 900, solo que ella no lo sabía.
-¿Me das una manzana? -preguntó él sonriendo cuando vio a la niña mirando asombrada.- Es en lo único que pienso, en manzanas. Me encantan las manzanas. Tal vez tenga un antojo. Eso es nuevo, nunca he tenido antojos. -Se sentó sobre el borde de la Tardis.- Vaya, mira eso. -dijo mirando hacia abajo.
-¿Estás bien? -preguntó la niña ante aquella situación irreal.
-Me he caído. Hasta el fondo, desde la biblioteca. Una escalada tremenda.
-Estás chorreando.
-Estaba en la piscina.
-¿No estabas en la biblioteca? -dijo ella frunciendo el ceño.
-También estaba en la piscina. -La niña puso los ojos en blanco ante su respuesta.
-¿Eres policía?
-Por qué ¿Has llamado a la policía?
-¿Has venido por la grieta de mi pared?
-¿Qué grieta? Ay. -Pregunta cayéndose al suelo.
-¿Estás bien señor?
-Sí, estoy bien. No pasa nada, esto es perfectamente nor... -Pone su mano en el lado derecho de su pecho, sintiendo unos pinchazos y salen de su boca pequeñas cosas brillantes- ...mal.
-¿Quién eres? -Pregunta asombrada.
-Todavía no lo sé -comienzan a brillarle las manos y sonríe- me estoy cociendo ¿Te asusta eso?
-No, es que pareces un poco raro.
-No no, la grieta de tu pared ¿te asusta?
-Sí -admite.
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El undécimo Doctor.
Science FictionEl Doctor es un alienígena de siglos de edad, un señor del tiempo del planeta Gallifrey. Viaja por el tiempo y el espacio con su Tardis y de vez en cuando con acompañantes. Cuando está al filo de la muerte, su cuerpo se regenera adoptando una apari...