La probabilidad de una casualidad | Shinichiro x Akane

Capitulo único

La probabilidad de una casualidad.
Shinichiro x Akane
Semi-AU + OoC.
Capítulo único.

N/A: Todavía tengo algunas ideas para estos dos. Es sólo que me había tomado un descanso después de que me andaban funando la ship jaja.

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Hay un brillo pacífico en los ojos de Akane mientras observa la basta ciudad desde aquel mirador. A su lado Shinichiro no deja de mirarla de reojo, si bien la vista de la ciudad siendo bañada por los colores del atardecer era un acontecimiento hermoso no podía simplemente ignorar que a su lado, también había belleza que contemplar.

—Este lugar tiene una buena vista.

—Sí, supuse que te gustaría verlo.

—Me siento relajada estando aquí junto a ti. Las clases en la universidad me han llenado de mucho estrés estos últimos días; exposiciones, trabajos grupales y exámenes, no sabía que necesitaba sentarme y simplemente observar la ciudad —Akane esboza una sonrisa sin despegar su mirada de la ciudad, el viento mueve sus mechones rubios y apesar de que la a despeinado a más no poder Shinichiro no puede evitar preguntarse si de verdad alguien tan hermosa como ella era real— Gracias por traerme aquí.

—No hay de qué. Cuando quieras venir solo tienes que decirme y mi motocicleta estará lista —Shinichiro lleva su mirada al cielo por un momento. Intentó recordarse a sí mismo que debía parecer tranquilo y calmado.

Akane no dice nada, sigue perdida en el sonido del viento, la belleza del anochecer que los recibía y también, en la extraña sensación de que algo más estaba pasando.

Habiéndose preparado mentalmente Shinichiro inhaló y exhaló un suave suspiro antes de preguntar lo que tanto había estado dando vueltas en su cabeza los últimos días.

—Akane.

—¿Sí? —ella volteó a verlo y aunque se acobardó ante la mirada de la rubia un segundo logró recuperar sus palabras.

—¿De casualidad te gusto?

La probabilidad de una respuesta afirmativa era baja, pero aunque fuera así mientras existiera Shinichiro iba a aferrarse a esa posibilidad.

—Sí.

—Oh ya veo, siento haberte... ¿sí? ¿Dijiste sí justo ahora?

—Sí —esta vez Akane acompaña su respuesta con una sonrisa divertida.

Shinichiro no hace nada para ocultar su sorpresa.

—¿No me estás tomando el pelo?

—¿Te sorprende demasiado que haya dicho que sí? —Akane le mira curiosa, el cielo nocturno sobre ellos. Las primeras estrellas comienzan a ser visibles.

—Disculpa. Es sólo que venía preparado para ser rechazado totalmente que aunque quería creer me dirías que sí no estaba seguro que en realidad pasaría.

—Pero si ya me habías dicho esto antes.

—No hay forma de que no recuerde haberte preguntado esto antes —el chico se acercó a Akane casi desesperado. Akane desvió la mirada y pensó que no debía hablar más— Espera, en serio ¿dije eso? ¿Cuándo?

—Hace un mes creo —ella se rascó la mejilla con su dedo, no muy segura del tiempo— Estabas ebrio, fuiste a mi casa con tus amigos y tocaste la puerta. Me preguntaste: ¿De casualidad te gusto? Y yo respondí que sí. Luego de eso lloraste diciendo que habías ganado en la vida y que esto era un sueño seguramente. Akashi-san te cargó luego de que tropezaras frente a mí y dijo que no sería posible que olvidaras que habías hecho algo tan vergonzoso como eso. Supongo que te subestimó.

—Takeomi bastardo —Shinichiro lloró internamente, maldijo a Takeomi y se maldijo a si mismo por no haber recordado algo como eso— Yo mismo me avergüenzo.

—Yo no quise preguntarte nada, quería saber si me dirías algo para comprobar si te acordabas o no.

—No me acordaba —Shinichiro se llevó las manos al rostro.— ¿Podrías olvidar que eso pasó?

—No puedo simplemente olvidarlo. Querías llevarte una de mis maceteras.

—Por favor ya no sigas —le suplicó avergonzado.

—No es una casualidad que estemos aquí, creí que era una cita y estaba ansiosa por estar junto a ti —Akane lleva una mano al rostro del chico— Sí, me gustas.

Era tan hermosa, tan adorable, que Shinichiro no supo qué hacer. Así que Akane hizo su primer movimiento acercándose a él, abrazándolo. Su cabeza reposando en el pecho del chico que no había reaccionado aún.

—Tu corazón está latiendo muy rápido Shinichiro —dijo y sintió los brazos del chico rodearla de inmediato.

—Tú lo provocas.

Ahora su corazón era el que latía rápido. Ella no estaba soñando, los latidos sonoros de Shinichiro sobre su oído se lo confirmaban. Aquello era real y estaban abrazados con sus corazones latiendo a la par.

—¿Quieres que regresemos ya? —preguntó Shinichiro nervioso de tenerla tan cerca, con el deseo de que ella dijera que no.

Akane acaricia la espalda de Shinichiro, su rostro aún escondido en su pecho. Se separa un poco para poder verlo.

—Un poco más. Quiero estar aquí un poco más.

—Como tú ordenes —susurró, besando su frente y sin ninguna intención de separarse, Shinichiro siguió abrazándola mientras el cielo nocturno los observaba.