Capítulo único

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La casa estaba llena de carcajadas provenientes de la cocina, en ella se encontraban dos viejos amigos, quienes no se habían visto desde hace casi siete años.

-Entonces la directora nos descubrió a ambos -soltó una pequeña risa ante el pequeño recuerdo de sus épocas escolares.

-Lo recuerdo, nuestros padres nos regañaron a la salida -soltaron una risa más fuerte.

Pronto el dueño de la casa dejo de reír y solo se dedico a observar a su amigo, su cabello castaño que aun mantenía el mismo tono, parecía que el tiempo no le había afectado, su piel pálida, su rostro sin arrugas, unos ojos café oscuro con forma gatuna y por último sus labios esponjosos de un color rosa claro, su cuerpo delgado, pero con algunos músculos no tan marcados, vestía un traje como la ultima vez que lo vio.

Lo había extrañado, había extrañado esos pequeños momentos con el castaño que no pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciera en sus labios. La voz de su amigo lo saco de sus pensamientos, dándose cuenta de que su amigo había estado solo por varios minutos, no pudiendo evitar sentirse culpable siguió la platica como si nada hubiera pasado, como si minutos no se hubiera perdido en los recuerdos que involucraban aquellos labios rosáceos.

Un pequeño ruido en uno de los cuartos de la segunda planta llamo la atención de ambos, quienes sin moverse de sus lugares miraron la puerta de la cocina como si en cualquier momento algo fuera a entrar por ella.

-Debería ir a ver -murmuro- tal vez solo se cayó algo.

La mano de su amigo sosteniendo su antebrazo no le permitió avanzar, al voltear pudo observar como los ojos del contrario transmitiéndole miedo. Aun así, no podía evitar querer ir a echar un vistazo.

-Volveré pronto -eso pareció tranquilizar un poco a su amigo, quien lentamente lo soltó.

Salió de la cocina y se dirigió a las escales.

"No cortes la plática"

Subió el primer escalón.

"No lo dejes"

Otro escalón.

"No lo volverás a ver"

Otro escalón.

"Regresa con el"

Termino de subir con aquellos pensamientos y se dirigió a su habitación, al abrir la puerta todo parecía en orden, nada fuera de lugar a excepción de un pequeño recuadro en el piso, se acerco y al levantarlo pudo ver la foto de el con su amigo, ambos sonrientes, con trajes y con un papel en una de sus manos.

"Él está muerto"

Otro sonido en la cocina llamo su atención, salió de la habitación y corrió escaleras abajo en dirección a la cocina, al llegar todo estaba en silencio, su amigo no estaba, en el suelo estaba el vaso que anteriormente había usado el castaño.

Simplemente se quedó ahí de pie, observando como el liquido del vaso se seguía esparciendo por el suelo, de pronto en un movimiento lento dejo la foto en la mesa boca abajo y se retiró a su habitación para tomar una pequeña siesta.

"Él está muerto, Minho ya no está"

Esas simples palabras no dejaban de repetirse en su mente, estaba cansado de vivir esas pequeñas visitas donde al final siempre terminada igual, acostado en su cama soltando pequeñas lagrimas hasta poder dormirse.

En la cocina, en la mesa, en aquella foto se podía leer con marcador permanente: "Minho y Hyunjin. Por fin graduados"

Only in my headDonde viven las historias. Descúbrelo ahora