𝐌𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐬 𝐝𝐚𝐧̃𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐞 𝐚𝐦𝐨 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨 - 𝐁𝖺𝗃𝗂𝐓𝗈𝗋𝖺

08

El omega se había quedado totalmente dormido en la cómoda cama que ni tuvo las molestias de abrigarse

El sonido de la puerta abrir se escucho

—¿Kazutora? —La voz desconocida llamaba al omega que se encontraba dormido en el piso de arriba.

—¿Seguro que está acá? —hablo, otra voz desconocida se hizo presente.

—ven vamos a entrar —se adentraron a la casa silenciosamente para no hacer tanto ruido.

Supusieron que kazutora se encontraría durmiendo así que fueron los dos arriba buscando en algunas habitaciones

Entraron en una de ellas que tenía la puerta diferente que las otras

Además era más colorida y al ingresar vieron al bicolor tranquilo adormilado

—mira es kazutora —hablo la voz desconocida.

—al parecer esta dormido —murmura al lado de la mujer.

—no hay que hacer mucho ruido entonces —dijo la voz femenina.

—señora, ¿está seguro que su hijo no nos dirá nada al respecto?

—Claro que no —se cruzó de brazos para luego dirigir su mirada al alfa oji-verde.

—tonterías, soy su madre —le reprochó.

—lo se, lo se —gotitas de sudor bajaban por su cien.

—bueno hay que despertarlo para llevarlo —sonrió la señora.

La señora baji se acercó con pasos lentos a la cama y lo primero que miró fue al omega con los brazos abiertos y tenía rastos morados en su bello rostro

—que paso aquí... —murmuró.

Agarro aquella caja de recuerdos y puso todo a su lugar junto al celular que tenía el omega en sus manos, miró detalladamente al bicolor y se molesto

—¿Quién pudo hacerle esto ami hijo? —susurro enojada por el sucedido de ahora.

Le decía al omega hijo porque era ya parte de la familia y se le quería como uno, con tan solo ver su bello rostro machacado era lamentable

Las preguntas de quien fue tan bestia de hacerle eso a alguien tan bondadoso como lo era el omega

—chifuyu hijo, ayúdame a llevar a kazutora-san —hablo la femenina, agarrando algunas prendas del omega y se sorprende que todo sea especial tapado.

No había ni uno que se corto, todo era pantalones, polos con mangas largas, chompas, casacas y entre otras cosas más

Estaba dudando que su hijo tenga algo que ver pero no le dio importancia así que agarró en una maleta y la lleno de las prendas del omega

—me disculparas keisuke, mi niño

La mujer dejó una nota en un cuadro de la habitación

—hijo vámonos, no quiero llegar tarde a ese viaje —rio la señora y el ojo-verde solo asintió colocando al omega en una de los asientos.

Era una limusina, tenía muchos asientos

—adiós japon —como si fuera la última vez que estaría ahí se despedía la mujer de cabellera negra.

Tomaron rumbo al aeropuerto y un pelinegro regresaba a su casa después de haber pasado estando en su oficina

Se adentro ala casa ya que había abierto la puerta principal

Se acomodo su corbata ya que estaba desordenada, grito el nombre su omega pero no resivio respuesta

—¡Kazutora! —grito otra vez pero molesto.

Se quita su saco aventandolo al sofà y decizo su corbata, le fastiaba tanto tenerla aunque hace rato lo estaba acomodando

Subió las escaleras pisando fuertemente

Se dirigió a su habitación al abrirla pensó tener al omega recostado en la cama pero vaya su sorpresa al no verlo estar ahí

—donde carajos te metiste —fue lo último que dijo para bajar.

Toda la casa tenía el olor imprementado de un alfa y un omega, cosa que se le hizo raro

—le dije que no saliera —apretó sus puños.

Rebusco entre su bar personal todos los licores que tenía, agarró un vaso y le hecho los hielos

Luego agarró la botella de licor sirviéndole, se la tomó como si fuera un refresco refrescante y claro que lo era para el

—te estaré esperando mi lindo omega... —jugo con su vaso para luego estar sirviendose.

Holiwis, ah estoy que actualizo aquí ya que quiero también retomar esta historia que había dejado hace meses y la retome porque varias e varios de ustedes me lo pedían y bueno espero estén tomando agua

Bye bye ♡