Prólogo

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Es de esperarse que en ese preciso instante, no se sienta nada, no se vea nada. Nuestra mente solo nos bloquea, nos saca de línea, nos apaga el tacto. Un abismal choque ocurre en nuestro más íntimo centro, ya no más juegos, ya no más sueños, solo la realidad golpeando nuestras neuronas con gran fuerza para recuperar la razón, ¿Cuál razón? ¿Alguna vez la tuvimos? ¿O solo es un fantasma que deambula en nuestro ser sin estar realmente?. Tendría más coherencia esa explicación, ya no hay razón, ya no hay paz. Solo está el fantasma de lo que creíamos poseer.

«¿Cómo puede todos los momentos transformarse solo en dolorosos recuerdos» se preguntó Amely con los ojos fijos en sus temblorosas manos. No era la primera vez que le pasaba, de hecho, era la tercera vez en la semana. Siempre era la misma pesadilla, y siempre despertaba con el mismo desagradable sentimiento.

«tal vez fue mi culpa, no debí salir de casa» siempre se decía.

-Amely- llamó Penny en un fallido intento de captar su atención - oye, solo ha sido un sueño. Estás bien. Está aquí, conmigo.

- Y- yo...- le era imposible encontrar las palabras. Su mente seguía viajando al sueño... No, a la pesadilla. Todo esas manchas en el suelo, toda esa sangre que se escurría entra sus manos inundaban su mente de recuerdos, y esa voz, al principio era un escalofriante susurro y poco a poco fue transformándose en claras palabras que repetían ¿plegarias?.  Hasta llegar a ser gritos de dolor, de tortura, que retumbaban en sus oídos hasta hacerlos sangrar. No podría olvidarlo jamás.

«solo está en tu mente» repitió «los sueños no son reales» se dijo, mientras se obligaba a respirar.

Pero ese lo era. ¿Cómo podía soportar que siguieran jugando con su mente? Ella era libre. Lo había sido desde hace mucho tiempo. Ya no podían hacerle daño... Entonces ¿Por qué se sentía observada?

Y mientras poco a poco perdía el control de su cuerpo aquella duda se cernía sobre ella como quien se sumerge en un frío lago hasta quedar completamente arropado en sus heladas aguas.





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AmelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora