Román's POV:Mis días en Buenos Aires pasaron en un abrir y cerrar de ojos, siento que fueron días bastantes cortos, pero al menos disfruté de mi soledad en mi ciudad favorita.
No es que no me guste estar solo, lo disfruto mucho. Sobretodo estando por unas horas en casa de mis abuelos, la partida del abuelo Carlos me sigue doliendo, pero pude tolerar estar entre las paredes que él solía habitar. Él era quien me llevaba a mis clases de natación en river y a la salida íbamos a pasear por costanera, nos sentábamos en el pasto a mirar cómo salían los aviones de Aeroparque.
Siempre fui un pibito de ciudad, cuando mariah se iba con mamá a las semanas de la moda, yo prefería quedarme en casa con mi papá aunque por su trabajo siempre estaba viajando... entonces me quedaba con mis abuelos Nilda y Carlos, también quedaba en casa de mi tío Diego con los chicos y mi tía caro.
—Benvenuti a Firenze
Me dijeron una vez que realicé el papeleo en migraciones.
—Grazie mille, buona giornata
Respondí sacando mi italiano de la galera. Aunque desde que estoy con este asunto del modelaje lo uso bastante cuando vengo a Italia. Mamá fue la que me enseñó el idioma, no era su idioma natal pero sí era el de mis abuelos o es... porque todavía no se murieron.
Después de que mis viejos murieron, ni mariah ni yo volvimos a tener contacto con ellos, pero fue porque ni siquiera se preocuparon en acercase a nosotros, nos dejaron tirados... y todo bien con que nuestra familia por el lado de papá se haya hecho cargo de nosotros, pero una familia no te deja tirado como lo hicieron los Bruni con nosotros.
Visualicé a un chófer con cartel en su mano, el cual llevaba mi nombre, acomodé mi mochila en el hombro y agarré mi valija para poder caminar hasta él.
—Bienvenido señor Simeone
Es tano, se nota en el acento.
—Muchas gracias
Respondí en el mismo idioma, si me habla en español entonces yo también...
Agarró mi valija e indicó que lo siga, así que eso hice. El aeropuerto está bastante cargado, es primavera y los turistas aprovechan el clima, hay varias cosas interesantes que hacer en la ciudad, como visitar las galerías o las basílicas o al menos eso fue lo que siempre hice, además de visitar viñedos en los alrededores.
El casamiento de Gio y Giulia no va a celebrarse exactamente en la ciudad, sino que a quince minutos de distancia, en una Villa, Villa Corsini. Aunque la palabra villa no tiene el mismo significado que en Argentina, acá sería una residencia... como una casa de campo.
Después de los minutos contados llegué al lugar, había gente yendo y viniendo. Bajé del auto y vi a mi tía Nati con su característica sonrisa acercándose.
—¡Mi chiquito! —dijo abrazándome—
—¿Qué onda nati?
Dije jodiendola porque sé que no le gusta que le diga así, como respuesta recibí un leve golpe en la nuca.
—¿Cómo que Nati? —preguntó mirándome con el ceño fruncido—
—Tía nati —corregí riéndome—
—Mucho mejor —rió— te estábamos esperando ¿cómo te fue allá?
—Bastante bien con todo... estoy tranquilo